Traducción de Google: Actualmente, he actualizado muchas de mis creencias para estar más en línea con el Vaticano II y ya no me adhiero a la posición de que el Vaticano II es herético, o que los Santos y adherentes al Vaticano II (y otros canonizados por el Vaticano II ) como la Madre Teresa fue herética o condenada, o que no merecen este título. ¿Por qué he cambiado de posición? Eso es simplemente porque la condenación es algo malo y el Vaticano II está más abierto a la salvación universal, mientras que la Iglesia anterior al Vaticano II no lo era.
Para obtener más información sobre este tema, y por qué la condenación es mala y por qué la Iglesia del Vaticano II enseña algo bueno al estar más abierto a la salvación universal, consulte esta publicación:
Este artículo contiene contenido usado de autores: Hno. Pedro Dimond y Hno. Miguel Dimond de Monasterio de la Sagrada Familia / vaticanocatolico.com
Las Herejías de Antipapa Francisco Anticristo, el Apocalypso y el Fin del Mundo
- 1. La Gran Apostasía y una falsa Iglesia predichas en el Nuevo Testamento y en la profecía católica
- 2. La oración del Papa León XIII a San Miguel – una profecía sobre la apostasía venidera de Roma
- 3. El Mensaje de Fátima: una gran señal en el cielo que marca el principio de los últimos tiempos y una predicción de la apostasía en la Iglesia
- 4. Lista completa de los antipapas en la historia
- 5. El Gran Cisma de Occidente (1378-1417) y lo que nos enseña sobre la apostasía post-Vaticano II
- 6. La Iglesia católica enseña que un hereje dejaría de ser el Papa, y que un hereje no puede ser elegido válidamente como un Papa
- 7. Los enemigos de la Iglesia, comunistas y masones, hicieron un esfuerzo organizado para infiltrar a la Iglesia católica
- 8. La Revolución en el Concilio Vaticano II (1962-1965)
- 9. La Revolución Litúrgica: Una Nueva Misa
- 10. El Nuevo Rito de Ordenación
- 11. El Nuevo Rito de Consagración de Obispos
- 12. Los Nuevos Sacramentos: los cambios en los otros sacramentos
- 13. Los escándalos y herejías de Juan XXIII
- 14. Las herejías de Pablo VI (1963-1978), el hombre que le dio al mundo la Nueva Misa y las enseñanzas del Vaticano II
- 15. Los escándalos y herejías de Juan Pablo I
- 16. Las herejías de Juan Pablo II, el hombre que más viajó en la historia y quizás el más herético
- 17. La revolución protestante de la secta del Vaticano II: la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación del 1999
- 18. La secta del Vaticano II vs la Iglesia Católica sobre la participación en el culto no católico
- 19. La secta del Vaticano II vs la Iglesia Católica sobre la recepción de la sagrada comunión de los acatólicos
- 20a. Las Herejías de Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) (2005-2013)
- 20b. Las Herejías de Antipapa Francisco (Jorge Bergoglio) (2013-)
- 21. Las Respuestas a las Objeciones Más Comunes Contra el Sedevacantismo
- 22. El masivo escándalo sexual entre los “sacerdotes” del Vaticano II/Novus Ordo
- 23. Los seminarios de la secta del Vaticano II son indescriptibles cloacas de homosexualidad y herejía
- 24. La idolatría de la secta del Vaticano II y la formación idólatra de sus “sacerdotes” en sus seminarios está conectada con su rampante homosexualidad
- 25. La secta del Vaticano II promueve la idolatría por su culto al hombre en general, por su culto al hombre en la nueva misa en particular, y por su aceptación de las religiones idólatras
- 26. El deplorable estado de las escuelas “católicas” parroquiales y superiores
- 27. El deplorable estado de los colegios y universidades “católicos”
- 28. El fiasco de la anulación – La aceptación de facto del divorcio y del segundo matrimonio de la secta del Vaticano II
- 29. Las cifras sobre el declive post-Vaticano II
- 30. Se puede ser pro-aborto y miembro de la secta del Vaticano II al mismo tiempo
- 31. La secta del Vaticano II literalmente se niega a aceptar a los conversos
- 32. Las órdenes religiosas en la secta del Vaticano II: totalmente apóstatas
- 33. Impactantes noticias proporcionan un resumen de la apostasía de las diócesis, de los fieles, del clero, de las órdenes religiosas, etc…
- 34. La apostasía de la jerarquía y de destacados miembros de la secta del Vaticano II ¿Es esta su jerarquía?
- 35. EWTN: La Red de TV “Católica” Mundial y el Movimiento Carismático
- 36. Las Falsas Apariciones de Bayside, Nueva York
- 37. ¿Qué dice Medjugorje? Su mensaje prueba que también es una falsa aparición
- 38. ¿Fue infalible el Concilio Vaticano II? Si Ud. cree que Paulo VI fue un verdadero papa, la respuesta es sí
- 39. Pablo VI pone fin a un muy popular y significativo falso mito tradicionalista al declarar que el Concilio Vaticano II y la nueva misa son vinculantes
- 40. La Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX)
- 42a. La Planificación Familiar Natural es un contraconceptivo pecaminoso
- 42b. El Placer Sexual y la Lujuria
- 42c. Los juegos preliminares, la masturbación, estimulación oral y anal es intrínsecamente malo y contra la ley natura
- 43. Toda la verdad acerca de la consagración y conversión de Rusia y la impostora Hna. Lucía
- 44. ¿Es la secta del Vaticano II la ramera de Babilonia profetizada en el Apocalipsis?
20b. Las Herejías de Antipapa Francisco (Jorge Bergoglio) (2013-)
Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013:
“Los no cristianos [como ateos y
paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden
vivir «justificados… de la gracia santificante...”
El 13 de marzo de 2013, el argentino Jorge Bergoglio fue
electo Antipapa Francisco de la secta del Vaticano II.
La secta del Vaticano II ha hecho una clara selección al
elegir al “cardenal” Jorge Mario Bergoglio como antipapa. Desde muchos puntos
de vista, esta es una inmensa noticia para los verdaderos católicos y
sedevacantistas, porque le quita por completo la máscara a la Iglesia del
Vaticano II. Con esto, la secta del Vaticano II ha mostrado su falta de fe,
indiferentismo, modernismo y suciedad a la vista de todos, sin esforzarse con
subterfugios astutos (y supuestamente en continuidad con la Tradición), que
hicieron los antipapas anteriores. Es un final apropiado (y una elección
apropiada) para la Iglesia del Vaticano II en la última etapa de la Gran
Apostasía. Bergoglio es un partidario descarado de la actividad interreligiosa,
el falso ecumenismo, etc. Él también es un revolucionario litúrgico. Es un
liberal, incluso para los estándares de la secta del Vaticano II.
Según la apreciación de los falsos tradicionalistas que
se consumen con las misas en latín bajo la autoridad de la Iglesia del Vaticano
II, el Antipapa Francisco es un enemigo feroz de la Misa tradicional. Él es
quizás el mayor enemigo de la Misa tradicional entre los “cardenales”. Él es
considerado como una opción de pesadilla para los falsos tradicionalistas que
aceptan los antipapas. Los verdaderos católicos deberían regocijarse; porque
además reivindica la posición de sedevacantismo y es una burla completa a la posición de los falsos tradicionalistas (y todos los demás) que han defendido obstinadamente a la Iglesia del Vaticano II o a los antipapas como papas
válidos – y rechazan a Dios y la fe en el proceso. Esto sólo hace que el
trabajo en denunciar a la Iglesia del Vaticano II sea mucho más fácil.
Este breve resumen probará, por las acciones y palabras
de Francisco, que él es un hereje. Las citas están tomadas del periódico
oficial del Vaticano L’Osservatore Romano, sus entrevistas y discursos
públicos, su exhortación apostólica Evangelii
Gaudium y de dos libros de Francisco que documentan sus creencias sobre
varios temas: Conversaciones con Jorge Bergoglio y Sobre el Cielo y
la Tierra.
Las Herejías de Anti Papa Francisco - Antipapa Francisco Anticristo en la Profecía Bíblica :
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE EL ATEÍSMO
En la Sagrada Escritura se enseña infaliblemente que toda
persona que alcanza la edad de la razón puede conocer con certeza que hay un
Dios. Ellos saben esto por las cosas que han sido creadas: los árboles, la
hierba, el sol, la luna, las estrellas, etc. Todo aquél que es ateo (que cree
que Dios no existe), no tiene excusa. La ley natural lo condena. Esta es una
verdad revelada en la Sagrada Escritura.
Romanos 1,19-21: “Puesto que lo que se puede conocer de
Dios, les es manifiesto a ellos. Porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas
de él invisibles, se ven después de la creación del mundo, considerándolas por
las obras criadas; aun su virtud eterna, y su divinidad: DE MODO QUE SON
INEXCUSABLES.”
San Pablo enseña que los ateos son inexcusables, porque
la creación de Dios demuestra su existencia. El Vaticano I definió
dogmáticamente el principio establecido en Romanos 1 – el cual contradice
directamente la enseñanza del ateísmo y el agnosticismo y el Antipapa Francisco
(y la secta del Vaticano II).
El Papa Pío IX, El Primero Concilio Vaticano,
sesión 3, Sobre la revelación, canon 1: “Si alguno dijere que Dios, uno y
verdadero, nuestro creador y Señor, no puede ser conocido con certeza a
partir de las cosas que han sido hechas, con la luz natural de la razón humana:
sea anatema.”
El Papa Pío IX, El Primer Concilio Vaticano,
sesión 3, Sobre Dios creador de todas las cosas, can. 1: “Si alguno negare
al único Dios verdadero, creador y señor de las cosas visibles e invisibles:
sea anatema.”
La secta del Vaticano II y Francisco, por el contrario,
enseña que se puede ser ateo sin culpa propia y que los ateos pueden ser
excusados y sean salvos. Esto nos lleva a preguntar: «¿Cuál Biblia usó el
Vaticano II y Francisco?» Debe haber sido la edición satánica revisada.
El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 16: “Y
la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a
quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios
y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios.”
El Vaticano II enseña aquí que hay algunas personas que, SIN
CULPA PROPIA, no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios. En otras
palabras, hay personas que, sin culpa propia, no creen en Dios (es decir, son
ateos). Esto es herejía.
La declaración del Vaticano II sobre los que no reconocen
a Dios no solo es condenada por San Pablo, sino también por el Concilio
Vaticano I.
En su carta del 11 de septiembre de 2013, al periódico
italiano, La Repubblica, y más tarde confirmado en su Exhortación
Apostólica Evangelii Gaudium, Francisco
enseña que los que no creen en Dios se pueden salvar.
Francisco, Carta a La Repubblica, 11 de septiembre
de 2013: “En primer lugar, me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a
quien no cree y no busca la fe. Partiendo de que la misericordia de Dios no
tiene límites –que es lo más importante– si acudimos a él con corazón sincero y
contrito, la cuestión para quien no cree está en obedecer a la propia
conciencia. Hay pecado, también para quien no tiene fe, cuando se va
contra la conciencia. Escucharla y obedecerla significa, de hecho, decidirse
frente a lo que se percibe como bueno o como malo. Y en esta decisión se
juega la bondad o la maldad de nuestras acciones”[41].
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los
no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina,
y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia
santificante...”
¡Esto es apostasía total de la fe católica!
El Concilio de Florencia definió dogmáticamente que toda
persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia católica
sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Trinidad, o cualquiera de las verdades
acerca de Nuestro Señor o de la Trinidad, es rechazado, condenado y
anatematizado por Dios y su Iglesia.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate
Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana, fundada
por la palabra del Señor y Salvador nuestro, firmemente cree, profesa y predica
a un solo verdadero Dios, omnipotente, inmutable y eterno, Padre, Hijo y
Espíritu Santo (…) A cuantos, por consiguiente, sienten de
modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena,
reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de
Cristo, que es la Iglesia.”
Sin embargo, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra,
pp. 27-28, Francisco dice que él respeta a los ateos y no trata de convertirlos
o hacer proselitismo. También dice que su “vida no es condenado”:
“No encaro la relación para hacer proselitismo con un
ateo, lo respeto… no le diría que su vida está condenada porque
estoy convencido de que no tengo derecho a hacer un juicio sobre la honestidad
de esa persona… todo hombre es imagen de Dios, sea creyente o no. Por esa sola
razón cuenta con una serie de virtudes, cualidades, grandezas”[39].
Un ateo entrevistó a Francisco para el periódico
italiano, La Repubblica, la cual se publicó el 1 de octubre de 2013. En
ella Francisco explícitamente le dijo al ateo que no era su intención de
convertirlo. En cuatro distintas ocasiones en la entrevista, Francisco rechazó
el proselitismo. Él declaró que:
“El proselitismo
es una solemne tontería, no tiene sentido”[40].
A continuación dice Francisco que cada persona tiene su
propia idea del bien y del mal. También anima al individuo a seguir el bien
como él lo concibe. ¡Esto es apostasía indignante!
Papa León XIII, Satis
cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien
no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al
otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”
LA ENSEÑANZA
HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE EL “MATRIMONIO” GAY Y SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD
Hasta ahora se ha documentado y confirmado que Francisco
estuvo a favor de las uniones civiles homosexuales cuando vivió en Argentina.
Él apenas no quiso que se le llamara matrimonio a una unión civil homosexual.
Esto es herejía. Ello significa que Francisco aprobó el comportamiento sexual
perverso y abominable condenado en la Escritura y en la enseñanza católica. Su
postura no es para nada diferente a apoyar el aborto bajo la condición de que
el Estado no le dé al aborto un estatus especial o privilegiado usando para
ello fondos fiscales.
CNN Español, 20 marzo 2013: “Activista gay dice que el papa Francisco apoyaba las uniones civiles
homosexuales - Buenos Aires (CNN) – Poco menos de una hora después de
enviar una carta a los líderes de la Iglesia católica argentina en 2010, donde
criticaba cómo estaban manejando el debate sobre los matrimonios entre personas
del mismo sexo, sonó el teléfono de Marcelo Márquez. Le sorprendió escuchar la
voz al otro lado de la línea. Era Jorge Mario Bergoglio, entonces arzobispo de
Buenos Aires, y ahora el papa número 266. Lo que Bergoglio dijo en la reunión
que tuvieron poco después lo sorprendió más. … “Me dijo, ‘estoy a favor de los derechos de los homosexuales y en
cualquier caso, también apoyo las uniones civiles de los homosexuales, pero
creo que Argentina no está lista para el matrimonio legal’”, dijo Márquez,
un activista a favor de los derechos homosexuales, y quien se describe como un
devoto católico y exprofesor de teología en un seminario católico. Como
arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio era uno de los líderes de la Iglesia
Católica en contra de la legalización del matrimonio homosexual en Argentina.
El arzobispo se involucró una notoria guerra de declaraciones con el gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner, quien apoyaba la medida. … Bergoglio habría
hecho eco de su apoyo a las uniones civiles en otros círculos. De acuerdo con
una historia publicada por el New York Times este miércoles, Bergoglio también le dijo a obispos
reunidos en 2010 que la iglesia debería apoyar las uniones civiles de las
parejas homosexuales.”
SanDiegoRed, 5 de Marzo 2014: “Papa Francisco no descarta aceptar uniones civiles para homosexuales
- EL VATICANO.- El Papa Francisco de nuevo aparece en las cabeceras de los
medios del mundo tras aceptar que hay una necesidad verdadera por parte de
parejas del mismo sexo de tener la protección legal y económica del estado,
viendo a las uniones civiles como un punto medio que la Iglesia Católica puede
aceptar. "Es necesario ver los
casos diversos y evaluarlos por su variedad," dijo el Pontífice
durante una entrevista al periódico italiano Corriere della Sera. Sobre el
matrimonio y las uniones civiles para homosexuales, reafirmó que "el matrimonio
es entre un hombre y una mujer", pero
da a entender que si un estado quiere "regularizar las diferentes
situaciones de personas viviendo juntas" debido a la necesidad de
otorgarle seguridad económica, social y legal a otras parejas, acepta que
"deberíamos de ver los casos diferentes y evaluarlos."…
Francisco, cuando aún era el Cardenal Jorge Mario Bergoglio en su natal
Argentina, ya había indicado que las uniones civiles podrían ser una
alternativa aceptable para la Iglesia Católica. Esto durante el debate en
Argentina sobre si se deberían de legalizar los matrimonios del mismo sexo
(algo que terminó sucediendo en el 2010).”
Observe las siguientes declaraciones repugnantes que
Francisco hace acerca del “matrimonio” gay y acerca de los homosexuales.
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, pp.
112-113: “Cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio
Macri, no apeló el dictamen de una jueza de primera instancia autorizando la
boda [entre personas del mismo sexo], sentí que tenía algo para decir, para
orientar, me vi en la obligación de manifestar mi opinión. Fue la primera vez
en dieciocho años de obispo que señalé a un funcionario. Si analizan las dos
declaraciones que formulé, en ningún momento hablé de homosexuales ni hice
alguna referencia peyorativa hacia ellos… Macri me dijo que eran sus
convicciones; yo se las respeto,
pero un jefe de Gobierno no tiene que trasladar sus convicciones personales a
la ley. En ningún momento hablé despectivamente de los homosexuales…”[53].
Francisco dice que él respeta aquellos que están a favor
de la abominación del “matrimonio” del mismo sexo, y dice que él nunca fue
despectivo hacia los sodomitas y pervertidos.
Francisco también menciona cómo él permitió al defensor
del “matrimonio” gay, el ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, que
presidiera un servicio memorial “católico” para honrar a unos seminaristas y
“sacerdotes católicos” fallecidos:
Francisco, Conversaciones, p. 116: “… cuando llegó
a la iglesia, le pedí que presidiera la ceremonia…”[54].
Más tarde cuando murió el presidente apóstata, Francisco
inmediatamente le ofreció públicamente una “misa de réquiem”[55],[56].
Francisco también permitió en su “misa” de instalación
que recibieran la “comunión” los políticos explícitamente defensores del aborto
y del “matrimonio” gay.
The Washington Times, 19 de Marzo 2013: “El vicepresidente Joseph R. Biden y la
líder demócrata Nancy Pelosi, recibieron ambos la Comunión durante la Misa para
celebrar la instalación del Papa Francisco a pesar de su posición pro-elección
sobre el aborto. La oficina del vicepresidente confirmó el Martes [19 de
Marzo 2013] en la noche que tanto él como la señora Pelosi tomaron la comunión
durante la misa en la Plaza de San Pedro en Roma. Algunos católicos sostienen
que los políticos cuyas posiciones sobre el aborto y la anticoncepción
conflictúen con las enseñanzas de la Iglesia no deben recibir la comunión. “El vicepresidente Biden y Nancy Pelosi
ciertamente no deberían recibir la comunión, ni en la instalación papal ni en
cualquier otro lugar. La comunión significa ‘unión’, y ellos no están en
comunión con la Iglesia en la más fundamental cuestión moral del derecho a la
vida”, dijo el reverendo Frank Pavone, fundador de Sacerdotes por la Vida
[Priests for Life], una organización católica contra el aborto con sede en
Estados Unidos.”
El 19 de agosto de 2013, Francisco fue entrevistado por
la revista Razón y Fe, en la página 14 Francisco claramente enseña que
los homosexuales activos no son rechazados ni condenados por Dios.
Francisco, Entrevista a la revista Razón y Fe, 19
de agosto de 2013, p. 14: “En Buenos Aires recibía cartas de personas
homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten
que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso
[la Iglesia es la Iglesia de Dios (1 Co. 1:2; 10:32;. 11:16)]. Durante el vuelo en que regresaba de Río de
Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios,
yo no soy quién para juzgarla… Una vez una persona, para provocarme,
me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra
pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su
existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en
cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta
vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de
su condición”[57].
Sin embargo, la Iglesia basada en la Escritura enseña lo
contrario.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate
Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana… firmemente
cree, profesa y predica a cuantos, por consiguiente, sienten de
modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena,
reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de
Cristo, que es la Iglesia.”
Papa San Pío V no vaciló en proponer la pena de muerte
como solución al escándalo de homosexualidad y efebofilia entre el clero que en
el siglo XVI sacudía la Iglesia.
Papa San Pío V, Horrendum
illud scelus, 30 de agosto 1568: “Por lo tanto, el deseo de seguir con
mayor rigor que hemos ejercido desde el comienzo de nuestro pontificado, se
establece que cualquier sacerdote o miembro del clero, tanto secular como
regular, que cometa un crimen tan execrable, por la fuerza de la presente ley
sea privado de todo privilegio clerical, de todo puesto, dignidad y beneficio
eclesiástico, y habiendo sido degradado por un juez eclesiástico, que sea entregado inmediatamente a la
autoridad secular para que sea muerto, según lo dispuesto por la ley como el
castigo adecuado para los laicos que están hundidos en ese abismo.”
La Biblia y la naturaleza constantemente nos dicen que la
actividad homosexual es un pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; 20:13,
Romanos 1:26-27, 1 Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente que
la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer a
Dios. Cuando la gente continúa en el pecado y la incredulidad, Dios "los
entrega" al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrar la futilidad
y desesperanza de la vida fuera de Dios. 1 Corintios 6:9 proclama que los
homosexuales "ofensores" no heredarán el reino de Dios.
Dios no crea una persona con deseos homosexuales. La
Biblia nos dice que las personas se vuelven homosexuales a causa del pecado
(Romanos 1:24-27) y más que nada por su propia elección. La homosexualidad es
una de las cosas que aparecen en 1 Corintios 6:9-10 que evitarán a una persona
entrar al reino de Dios. Según la Biblia, el perdón de Dios esta igual de
disponible a un homosexual como lo esta a un adúltero, un adorador de ídolos,
un asesino, un ladrón, etc. Dios también promete la fuerza para la victoria
sobre el pecado, incluyendo la homosexualidad, a todos crean y confíen en Jesucristo
para su salvación y dejen de cometer todos los pecados mortales y cambien su
vida (1 Corintios 6:11, 2 Corintios 5:17; Filipenses 4:13). Una persona que
tiene una vida de oración fuerte y una verdadera devoción a la Madre de Dios y
al Santo Rosario será liberada de la homosexualidad sin ninguna duda.
¿Dios aprueba la homosexualidad? Por supuesto que no.
¿Puede una persona ser salvada y al mismo tiempo participar en actos de
homosexualidad? No (1 Corintios 6:9).
Sin embargo, la secta del Vaticano II niega la verdad de
que la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer
a Dios.
Antipapa Juan Pablo II, Nuevo Catecismo, #2357: “La homosexualidad (…) Su origen psíquico
permanece en gran medida inexplicado.”
Aquí vemos una afirmación de un documento oficial del
Vaticano - la congregación para la doctrina de la fe sobre las uniones
homosexuales - que dice que los actos homosexuales son malos, pero que la
orientación homosexual no es necesariamente el resultado del pecado mortal (“Cardinal”
Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) y Juan Pablo II el 28 de marzo de 2003, ha
aprobado las presentes Consideraciones):
“En la Sagrada Escritura las relaciones
homosexuales ‘están condenadas como graves depravaciones, (…) (cf. Rm 1,
24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10). Este
juicio de la Escritura por supuesto que no nos permite concluir que todos los
que padecen esta anomalía [homosexualidad] son personalmente responsables de
ella, sin embargo, atestigua que los actos homosexuales
son intrínsecamente desordenados’. Este mismo juicio moral se encuentra en
muchos escritores eclesiásticos de los primeros siglos, y ha sido aceptado
unánimemente por la Tradición católica. (…)
El Sumo
Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes
Consideraciones, decididas en la Sesión Ordinaria de la misma, y ha ordenado su
publicación.
Dado en Roma, en la sede de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de junio de 2003, memoria de San
Carlos Lwanga y Compañeros, mártires.
Joseph Card.
Ratzinger
Prefecto”.
Esto es malvado, no caritativo y falso.
Una idea falsa comúnmente llevada a cabo en nuestros días
es que Dios crea algunas personas homosexuales (o que la homosexualidad es el
resultado de algún tipo de problema "psicológico"). De hecho, es
evidente que muchas personas creen que no hay nada malo con la orientación
homosexual, sino sólo en los actos homosexuales. La verdad es que Dios no crea
a nadie con una orientación homosexual y que todos los que son verdaderos
homosexuales (incluso los que no están participando en actos homosexuales) son
homosexuales a causa de una posesión demoníaca y por un pecado mortal. Los que
se burlan de esta declaración son simplemente liberales infieles que no quieren
la verdad y no tienen un concepto del mundo sobrenatural.
Romanos 1: “Debido a que, habiendo conocido a Dios, no le
han glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en
sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido... quienes
cambiaron la verdad de Dios por mentira; honrando y dando culto a la criatura
antes que al Creador, el cual es
bendito por los siglos de los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas. Porque sus mujeres cambiaron el uso natural
por el uso que es contra la naturaleza. Y, de igual manera, los hombres
también, dejando el uso natural de las mujeres, se han quemado en sus
concupiscencias uno hacia el otro, los hombres con los hombres haciendo lo que
es inmundo y recibiendo en sí mismos la recompensa que se debía a su error...
quienes hacen esas cosas son dignos de muerte y no sólo los que las hacen,
sino que también los que dan consentimiento a los que las practican.”
Romanos 1 claramente enseña que debido a que estas
personas "adoraron y sirvieron a la criatura antes que al Creador" y
"cambiaron la verdad de Dios por la mentira" Dios los entregó a la
homosexualidad, que se describe como una AFECCION VERGONZOSA. Además, Romanos 1
claramente enseña que la homosexualidad es "contra la naturaleza", lo
que significa que esta orientación es ajena a la naturaleza del hombre, es
decir, NO ES INCULCADA POR DIOS.
Los hombres y las mujeres se entregan a la homosexualidad
por inundarse ellos mismos con pecados de impureza (masturbación,
juegos
preliminares, pecados
sexuales dentro y fuera del matrimonio etc.) - así adorar a la
carne en lugar de a Dios - y para ello son poseídos por el demonio de la
lujuria, que los controla y corrompe toda su orientación. (Y pueden ser curados
de esta.) Las gentes también se vuelven homosexuales mediante la participación
en la idolatría o por albergar una perversa fascinación con los seres humanos
por encima de Dios - adorar a la criatura antes que al Creador.
La verdad de que todos los homosexuales están
espiritualmente poseído por un espíritu demoníaco se ve corroborada por el
hecho de que la sociedad ha visto recientemente un increíble aumento en el
número de personas que se consideran a sí mismos homosexuales. Esto se explica
fácilmente por el hecho de que, con el advenimiento y la explosión de la
Internet y otros medios tecnológicos que permiten un acceso a la pornografía y
la impureza fácil, más millones de personas están cometiendo pecados de
impureza, millones de personas más se están convirtiendo en poseídos y
muchísimos más se están volviendo homosexuales. (Y, por supuesto, no todos los
que cometen pecados mortales impureza se vuelven homosexuales, pero aquellos
que de alguna manera piensan que están bien porque no son homosexuales, a pesar
de que están cometiendo pecados de impureza, son engañados y también están en
el camino al infierno y a la esclavitud al diablo.)
Pero hoy en día todo lo que escuchamos de "los
cristianos" es que los actos homosexuales son erróneos, pero que la orientación
homosexual está bien - es decir, no es culpa de ellos que sean homosexuales.
Esta es una falsedad que hace avanzar la causa del diablo y el plan homosexual.
También no ayuda a los homosexuales mismos. La idea de que no hay nada malo con
la orientación homosexual (que contradice Romanos 1) es responsable del hecho
de que: 1) Los seminarios del Novus Ordo se están desbordando con homosexuales,
2) Los homosexuales han adquirido tal influencia en la sociedad que sus estilos
de vida y "las personas homosexuales "son aceptadas en la televisión
convencional, 3) El "matrimonio" homosexual se ha legalizado en
ciertos lugares. Si la verdad de que todos los homosexuales están poseídos
espiritualmente - y que la homosexualidad es el resultado del pecado grave - no
ha sido comprometida por los que profesan ser "católicos" o
"cristianos", nada de esto habría sucedido. También debe tenerse en
cuenta que las personas que se convierten en homosexuales a una edad muy
temprana están simplemente espiritualmente poseídos por un espíritu demoníaco
desde temprano en la vida.
Entonces cuando miramos la aceptación y la promoción de
la homosexualidad rampante entre los miembros de la secta del Vaticano II,
sabed que ellos están aceptando y promoviendo una abominación. Cuando los vemos
tolerar y hasta elogiar la orientación homosexual dentro de
las personas que no practican actos homosexuales, sabed que ellos están
tolerando y celebrando una posesión demoníaca de un alma.
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE LOS JUDÍOS
Los judíos rechazan que Jesucristo es Dios, sin embargo,
Jesús dice en Juan 8, 24:
“Si no creyereis que Yo soy, moriréis en vuestros
pecados”.
La Iglesia católica enseña infaliblemente que se debe
creer en Jesucristo y guardar la fe católica para la salvación.
Papa Eugenio
IV, Concilio de Florencia, credo dogmático Atanasiano, 1439: “Todo el
que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe
católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para
siempre… Pero es necesario para la eterna salvación creer también fielmente
en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo…”
Papa Eugenio
IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1441, ex cathedra:
“La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña que aquéllos
que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los paganos, sino
también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna,
e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo y sus
ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir…”
Ella enseña que es un pecado mortal observar o practicar
el judaísmo.
Papa Eugenio
IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: “La Santa
Iglesia Romana firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del
Antiguo Testamento, o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias,
objetos sagrados, sacrificios y sacramentos… cesaron una vez venido
nuestro Señor Jesucristo… y empezaron los sacramentos del Nuevo Testamento… Denuncia
consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a todos los que, después de
aquel tiempo (la promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el
sábado (el sábado judío) y guardan las demás prescripciones legales y que en
modo alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna…”
Pero Francisco apoya la falsa religión del judaísmo y
reza en las sinagogas:
Francisco, Conversaciones con Jorge Bergoglio, p.
153: “Hace poco estuve en una sinagoga participando de una ceremonia. Recé
mucho y, mientras lo hacía, escuché una frase de los textos sapienciales
que no recordaba: ‘Señor, que en la burla sepa mantener el silencio’. La frase
me dio mucha paz y mucha alegría”[1].
III Concilio de Constantinopla, 680-681: “Si cualquier eclesiástico o laico entra en una sinagoga de los judíos o a las casas de reunión de los herejes para unirse en oración con ellos, que sean depuestos y privados de la comunión [excomunión]. Si cualquier obispo
o sacerdote o diácono se une en oración con los herejes, que sea suspendido de
la comunión [excomulgado].”
El Tercer Concilio
de Constantinopla definió infaliblemente que cualquier persona que reza en
comunión con los judios o herejes ha de ser excomulgada y se le debe rechazar
la comunión por rezar con judios o herejes.
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 176: “La
Iglesia oficialmente reconoce que el pueblo de Israel sigue siendo depositario
de las promesas. En ningún momento dice: ‘Perdieron el partido, ahora nos toca
a nosotros’. Es un reconocimiento al pueblo de Israel”[2].
Claramente esto significa que el pueblo judío (que
rechaza a Cristo), “sigue siendo el pueblo depositario de las promesas”,
esto es, el pueblo judío sigue siendo el pueblo elegido de Dios. Esto es
una blasfemia contra Dios.
Este increíble acto de apostasía de Francisco estaba
directamente relacionado con su enseñanza herética de que la Antigua Alianza
está todavía vigente.
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 247), Nov. 24, 2013: “Una
mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás
ha sido revocada... Los cristianos no podemos considerar al Judaísmo
como una religión ajena, ni incluimos a
los judíos entre aquellos llamados a dejar los ídolos para convertirse al
verdadero Dios [Jesucristo y la Trinidad!]... Creemos junto con ellos en el
único Dios que actúa en la historia, y acogemos con ellos la común Palabra
revelada.”
El Concilio de Florencia
definió dogmáticamente que toda persona que tenga una posición contraria a la
enseñanza de la Iglesia católica sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Trinidad,
o cualquiera de las verdades acerca de Nuestro Señor o de la Trinidad, es
rechazada por Dios.
Papa Eugenio
IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra:
“La sacrosanta Iglesia Romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador
nuestro, firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios,
omnipotente, inmutable y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo (…) A
cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la
sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y
proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”
Esta es una definición
dogmática infalible de la Iglesia Católica sobre las personas que tienen
una opinión sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Santísima Trinidad que es
contraria a la de la Iglesia (p. ej., judíos, musulmanes, etc.). ¡El Concilio
de Florencia define solemnemente que todo aquel que tiene una opinión contraria
a la enseñanza de la Iglesia sobre Nuestro Señor y la Santísima Trinidad (p.
ej., los judíos), es condenado y reprobado! Nota: el Concilio no se
limita a decir que la opinión contraria a Nuestro Señor es reprobada,
sino que la persona (p. ej., el judío) es reprobada. Este dogma
se basa en la verdad que específicamente Nuestro Señor reveló en la Sagrada
Escritura.
Mateo 10, 33
“Y el que me negare delante de los hombres, lo negaré yo también delante de
mi Padre, que está en los cielos.”
La palabra "negar"
significa rechazar, reprobar o repudiar. El que niega a Nuestro Señor es
rechazado por Él. Pero en su Decreto sobre las religiones no-cristianas,
el Vaticano II enseña todo lo contrario.
Declaración
del Vaticano II, Nostra Aetate (#4): “Y, si bien la Iglesia es el nuevo
Pueblo de Dios, no se ha de señalar a los judíos como reprobados de
Dios ni malditos, como si esto se dedujera de las Sagradas Escrituras”
Antipapa Francisco y el
Vaticano II niega la verdad divinamente revelada en Mateo 10,33, que fue
solemnemente definida por el Concilio de Florencia. La enseñanza del Vaticano
II es manifiestamente herética.
La Iglesia Católica enseña que la venida de nuestro Señor
Jesucristo y la promulgación del Evangelio, la Antigua Alianza (es decir, el
acuerdo hecho entre Dios y los judíos por la mediación de Moisés) cesó, y fue
reemplazada por la Nueva Alianza de nuestro Señor Jesucristo. Es cierto que en
algunos aspectos la Antigua Alianza sigue siendo válida, puesto que están
incluidas en el Nuevo y Eterno Testamento de Jesucristo, como los diez
mandamientos; pero la Antigua Alianza en sí (el acuerdo entre Dios y el pueblo
judío) cesó con la venida del Mesías. Por lo tanto, decir que la Antigua
Alianza sigue siendo válida es afirmar que el judaísmo es una religión
verdadera y que Jesucristo en realidad no es el Mesías. Ello también es una
negación del dogma católico definido, como la enseñanza del Concilio de
Florencia, que definió ex cathedra que la Antigua Ley ahora está muerta y que
aquellos que la practican (es decir, los judíos) no se pueden salvar.
El Papa Benedicto XIV reiteró
este dogma en su encíclica Ex quo primum.
Papa
Benedicto XIV, Ex quo primum, # 61: “La primera consideración es que
las ceremonias de la ley mosaica fueron derogadas por la venida de Cristo y que
ya no pueden ser observadas sin pecado después de la promulgación del Evangelio”
Papa Pío
XII, Mystici Corporis Christi,# 29-30, 29 de junio de 1943: “Y, en
primer lugar, con la muerte del Redentor, a la Ley Antigua abolida sucedió
el Nuevo Testamento… en el patíbulo de su muerte Jesús abolió la Ley con
sus decretos [Ef. 2, 15]… y constituyó el Nuevo en su sangre, derramada por
todo el género humano. Pues, como dice San León Magno, hablando de la Cruz
del Señor, ‘de tal manera en aquel momento se realizó un paso tan evidente
de la Ley al Evangelio, de la Sinagoga a la Iglesia, de lo muchos
sacrificios a una sola hostia, que, al exhalar su espíritu el Señor, se
rasgó inmediatamente de arriba abajo aquel velo místico que cubría a las
miradas el secreto sagrado del templo’. En la Cruz, pues, murió la Ley
Vieja, que en breve había de ser enterrada y resultaría mortífera…”
El muro occidental en
Jerusalén, llamada Muro de los Lamentos, es lo que quedó de la muralla de
piedra del Templo judío en Jerusalén que fue destruido por los romanos el año
70 d.C. Los judíos rezan el Muro de los Lamentos como siendo el sitio más
sagrado del judaísmo. La destrucción del
templo el año 70 d.C. siempre ha sido entendida por los católicos para
significar la sentencia de Dios sobre los judíos. La destrucción del templo
impidió que los judíos pudieran ofrecer el sacrificio, lo que significó que su
religión había llegado a su fin. La destrucción del templo fue la poderosa
señal de Dios para los judíos de que el Mesías había venido, que la Antigua
Alianza había cesado, y que el templo había sido reemplazado por la Iglesia
católica.
Entonces, cuando un judío reza en la muralla occidental,
o deja una oración allí, es una negación de que Jesucristo es el Mesías; es una
afirmación de que él cree que la Antigua Alianza todavía está vigente; y es un
lamentable y triste intento de ignorar el claro aviso de Dios de que los judíos
abandonen el templo destruido y entren en la Iglesia católica.
Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco I rezando en el Muro de los
Lamentos
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 46:
“También existe la intercesión ministerial de un rabino o presbítero que ora o
pide por la salud de otro y se da. Para mí lo que avala una persona que está
según la ley de Dios en la sanación es la sencillez, la humildad, la falta de
espectacularidad”[3].
Entonces Francisco cree que los rabinos judíos tienen un
verdadero ministerio espiritual de intercesión “según la ley de Dios”.
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, pp.
203-204, dirigiéndose al rabino judío Skorka, Francisco dice: “… no olvido que
usted me invitó dos veces a orar y hablar en su sinagoga. Y yo lo invité
para que les hablara sobre los valores a mis seminaristas”[4].
En la catedral de Buenos Aires, Argentina, el 15 de abril
de 1998, Francisco realizó un servicio interreligioso para honrar a judíos
fallecidos. Durante esta reunión, Francisco les dijo a los judíos:
“… todos somos hermanos, porque llevamos el sello
de Dios en nuestro corazón”[5].
El sello de Dios es el bautismo que los judíos rechazan.
En septiembre de 2004, Francisco participó en un servicio
judío dentro de una sinagoga[6]. Y el 9 de noviembre de 2005,
Francisco realizó otro servicio en una basílica conmemorando a los judíos
fallecidos[7]. Él encendió el candelabro en “honor” de los judíos – es
decir, los Judíos fallecidos, condenados.
Los Padres de la Iglesia son unánimes desde el comienzo
de la era apostólica – basados en las palabras de Jesucristo en Juan 3, 5 –, de
que nadie en absoluto puede ser salvo sin recibir el sacramento del bautismo y la fe católica.
P. William Jurgens: “Si
no hubiese una tradición constante en los Padres de que el mensaje
evangélico de ‘Quien no renaciere del
agua y el Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios’ debe ser
tomado en absoluto... Pero la
tradición, de hecho está ahí, y es bastante probable que se encuentre tan constante
como para constituir revelación.”
Por lo tanto, no se puede asistir a servicios no
católicos, funerales o matrimonios, por ninguna razón, y mucho menos para
apaciguar amigos, parientes o compañeros de trabajo y darles a los no católicos
la falsa impresión de que sus vidas no católicas pueden conseguir la salvación
o que los matrimonios no católicos son agradables a Dios.
Además, definitivamente, uno no debe ir a la recepción de
la boda o acontecimientos funerales después de los servicios. Porque ello es
dar a los no católicos la falsa impresión de lo mismo: que su matrimonio es
agradable a Dios o que las personas se pueden salvar como no católicos. Un
verdadero católico debe rechazar por completo todos los eventos asociados a
funerales y bodas no católicas, incluyendo los acontecimientos receptivos que
siguen después del servicio.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 9, 6 de enero de
1928: “Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la
caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón
Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el
nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato
y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de
Jesucristo: ‘Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le
recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis’ (II Juan 10).”
En el 2007, Francisco asistió a los servicios judíos de
Rosh Hashaná en una sinagoga en Argentina. Durante su visita le dijo a la
congregación judía que él había ido a la sinagoga para examinar su corazón,
“como caminante, junto a ustedes mis hermanos mayores”[8].
El 7 de julio de 2008, Francisco aprobó los libros del
rabino Sergio Bergman. Francisco lo llamó un “creyente” y dijo que “… su
trabajo es el de un rabino que, como maestro, nos ayuda…”[9].
El 7 de junio de 2010, Francisco visitó el centro judío
en Argentina[10] y llamó a los judíos de “nuestros hermanos mayores”[11]
y “el pueblo elegido de Dios”[12]. También rezó en frente de una
lista de judíos fallecidos rindiéndoles honor.
11 de octubre de 2012, Francisco le otorgó al rabino
Abraham Skorka – quien se sabe es defensor de la homosexualidad – un título honoris
causa en una universidad “católica”. Después que el rabino recibió el
doctorado, dijo: “Estamos esperando el Mesías, pero para que Él llegue, le
tenemos que preparar el terreno…”[13].
Entonces el
rabino rechazó explícitamente al Mesías Jesucristo justo en frente de
Francisco.
El 12 de noviembre de 2012, Francisco fue el orador
principal y tomó parte activa en otra ceremonia religiosa judía dentro de la
catedral de Buenos Aires, Argentina[14]. Esta ceremonia religiosa
judía se dedicó nuevamente en honor a los judíos fallecidos. El último
candelabro que conmemoraba a los judíos muertos fue encendido por Francisco
junto con un rabino[15].
Bajo la dirección de Francisco, los servicios memoriales
para honrar a los judíos fallecidos se han celebrado en las supuestas iglesias
católicas en Argentina cada año desde 1998.
Tomar parte en una ceremonia religiosa judía por judíos
muertos es apostasía total de la fe católica.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10: “Siendo todo
esto así, claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna
tener parte en dichos Congresos [con los no católicos], ni de ningún modo
pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos…”
Concilio de Laodicea, Siglo IV, Canon 6: “Nadie rezará en común con los herejes y
cismáticos... No se le permite a los herejes entrar en la casa de Dios
mientras ellos continúen en herejía.”
Concilio de Cartago: “Uno no debe rezar ni cantar salmos con los herejes, y quien se
comunique con aquellos que han sido cortados de la comunión de la Iglesia, ya
sea clero o laico: que sea excomulgado.”
El 14 de diciembre de 2012, pocos meses antes de su
elección como antipapa, Francisco celebró la Janucá con los judíos en
Argentina, en la que Francisco encendió una menorá[16].
El 13 de marzo de 2013, tan sólo unas horas después de
que Francisco fuera elegido Antipapa, él envió una carta de saludo al negador
de Cristo, el rabino jefe de Roma[17].
El 25 de marzo de 2013, Francisco envió un telegrama al
rabino jefe de Roma con motivo de la Pascua, diciéndoles que él estimaba a los
judíos y les pidió que rezaran por él. También pidió para que Dios “siga
librándoos de todo mal”[18] a pesar que el rabino rechaza a Jesús –
el único que puede librarnos del mal.
En su discurso del 24 de junio de 2013 para los miembros
del comité judío internacional, Francisco llamó a los judíos de creyentes y les
pidió que rezaran por él[19].
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 5), 29 de junio
de 1896: “Quien se separa de la Iglesia para unirse a una esposa adúltera,
renuncia a las promesas hechas a la Iglesia. Quien abandona a la Iglesia de
Cristo no logrará las recompensas de Cristo.”
A finales de septiembre 2013, el Antipapa Francisco
invitó al Vaticano a su amigo, el rabino judío Abraham Skorka. Una entrevista
con el periódico La Stampa Skorka reveló más de la increíble apostasía
de Francisco y su aceptación total del judaísmo.
Skorka explica que durante su visita con Francisco en el
Vaticano, que comenzó el 25 de septiembre de 2013, Francisco lo ayudó a
practicar el judaísmo y observar las ceremonias de la ley mosaica; Francisco
también respondió a las oraciones judías de Skorka; y Francisco rechazó el
proselitismo (esto es, tratar de convertir a Skorka al catolicismo).
El artículo se llama: Francisco y el rabino Skorka hacen
historia en el Vaticano. Dice Skorka:
“‘Desayunamos, almorzamos y cenamos juntos cada día. Él
cuida de mí, y me supervisa la comida, controlando que sea kosher, y
según mis tradiciones religiosas. Para mí son días festivos, tengo que
hacer ciertas bendiciones a la hora de las comidas y, desarrollo la última
oración y la traduzco. Él me acompaña junto con los demás en la mesa – sus
secretarios y un obispo, y todos ellos responden al final con un «Amén»,
dijo el rabino’.
‘Estamos soñando con el Papa ir juntos a Israel pronto.
Se está trabajando en el tema… Hablé con él [Francisco] acerca de la
evangelización, y me afirmó enfáticamente que la Iglesia católica no puede
participar en el proselitismo’, dijo”[20].
El proselitismo es tratar de convertir al otro. Francisco
enseña enfáticamente que las personas no deben tratar de convertir a los no
católicos a la fe católica.
Francisco, Mensaje de video por la fiesta de San
Cayetano, 7 de agosto de 2013: “¿Voy a convencer a otro a que sea católico?
¡No, no, no!”[21].
Es un hecho que Francisco enseña que la fe de Roma no
debe ser mantenida por los no católicos; por lo tanto, es claro que se engañan
quienes creen que él tenía la verdadera fe católica.
Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio
de 1896: “No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis
que se debe guardar la fe romana.”
Papa León XIII, Satis
cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien
no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al
otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”
Quienes dicen, frente a estos hechos, que Francisco debe
ser considerado un católico verdadero (en otras palabras, que él era un Papa
verdadero), están negando esta enseñanza de la Iglesia.
Las acciones de Francisco claramente constituyen herejía
y apostasía, un rechazo total de Jesucristo y de la fe católica. ¿Quién se atrevería
a negar a Jesucristo y decir que el apóstata malvado Francisco, que rechaza por
completo a Jesucristo y a su fe, es el representante (o mejor dicho el líder)
de la Iglesia de Jesucristo?
Francisco es un hereje, no un católico. Según la
enseñanza católica, los herejes no pueden ser Papas válidos. Francisco no es
más que un antipapa no católico que falsamente pretende ser el líder de la
Iglesia católica.
El Concilio de Florencia definió como dogma que “peca
mortalmente” quien observe el judaísmo o la ley mosaica después de la
promulgación del Evangelio. El Concilio igualmente declaró que el judaísmo y la
ley mosaica no pueden observarse “sin pérdida de la salvación eterna”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia
romana (…) Firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo
testamento, o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos
sagrados, sacrificios y sacramentos, como quiera que fueron instituidas en
la gracia de significar algo por venir, aunque en aquella edad eran
convenientes para el culto divino, cesaron una vez venido nuestro Señor
Jesucristo, quien por ellas fue significado, y empezaron los sacramentos del
Nuevo Testamento. Y que mortalmente peca quienquiera ponga en las
observancias legales su esperanza después de la pasión, y se someta a ellas,
como necesarias a la salvación, como si la fe de Cristo no pudiera salvarnos
sin ellas. No niega, sin embargo, que desde la pasión de Cristo hasta la
promulgación del Evangelio, no pudiesen salvarse, a condición, sin embargo, de
que no se creyesen en modo alguno necesarias para la salvación; pero después de
promulgado el Evangelio, afirma que, sin pérdida de la salvación eterna, no
pueden salvarse. Denuncia consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a
todos los que, después de aquel tiempo (la
promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el sábado (el sábado judío) y guardan las demás prescripciones legales y que en modo
alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna, a no ser que un día se
arrepientan de esos errores.”
Entonces al ayudar a Skorka a practicar el judaísmo y
observar las ceremonias de la Antigua Ley, Francisco niega flagrantemente la
enseñanza dogmática de la Iglesia católica, él anima a Skorka a cometer pecado mortal y practicar una religión no
cristiana que rechaza a Jesús.
1 Juan 2, 23 “Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al
Padre.”
1 Juan 5, 12 “… el que no tiene al Hijo de Dios, tampoco
tiene la vida.”
Las acciones de Francisco a este respecto son herejía y
apostasía porque sus obras, al igual que sus palabras, son manifestaciones de
su posición, esto es, que es aceptable practicar el judaísmo, observar la
Antigua Ley y rechazar a Jesús. Y esa posición es una negación del dogma católico.
Como lo enseñó Santo Tomás de Aquino:
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, p. I-II,
q. 103., art. 4: “… tal es la profesión que el hombre hace con las obras
cual es la que hace con las palabras. Y, si en una y otra profesa el hombre
alguna falsedad, peca mortalmente”.
El Antipapa Francisco con líderes
judíos argentinos en un almuerzo kosher y oración conjunta, enero de 2014
PrensaJudia, 24 de enero de 2014: “AJN.- La imagen tuvo
gran repercusión en las redes sociales en cuestión de segundos. El ex cardenal Jorge Bergoglio mantuvo este
jueves un almuerzo con 15 dirigentes de la comunidad judía argentina, quienes
pudieron disfrutar de una comida kosher y cantar en hebreo en la mismísima
residencia de Santa Marta, en el Vaticano. Una simple mesa simbolizó un hito en
la historia del diálogo interreligioso. … Algunos
de los que asistieron aseguraron a AJN que fue la primera vez que se
sirvió comida kosher y que se cantó en hebreo en el Vaticano. Una simple
mesa simbolizó un hito en la historia del diálogo interreligioso. “Hine ma tov
umá naím shébet ajim gam iájad” fue la canción que entonaron junto al Papa, el fragmento de un salmo que reivindica lo
“bueno y lindo” que es “que los hermanos se sienten juntos” [Salmos 133]. “Es
una de las canciones más significativas para el pueblo judío y simboliza lo
bueno que es estar todos reunidos”, expresó una de los dirigentes.”
La revelación de Skorka de que Francisco también no trató
de evangelizarlo o hacer proselitismo o convertirlo, prueba aún más que
Francisco rechaza el dogma católico definido de que fuera de la Iglesia no
hay salvación y el dogma de que la fe en Jesucristo es necesaria para la
salvación.
Francisco no solamente es un completo apóstata que
aprueba el judaísmo y rechaza la enseñanza católica, sino que es cierto decir
que él es de hecho un judío practicante. Esto se debe porque Francisco celebra
fiestas judías y ha participado en ceremonias y cultos judíos. Él incluso
celebró la Janucá con judíos en una sinagoga el 14 de diciembre de 2012.
Bergoglio celebró la Janucá con judíos en una sinagoga el 14 de diciembre de
2012
Y como lo señaló Skorka, cuando él había dicho sus
oraciones y había ejercido las ceremonias judaicas como “observancias” de la
Antigua Ley y en días festivos del judaísmo, Francisco lo ayudó e incluso
participó en ellas al decir “Amén”. Por lo tanto, Francisco ha llevado a cabo
repetidamente la participación activa en el judaísmo.
Esto quiere decir que además de ser un Antipapa herético
que falsamente reclama ser un católico, ¡Francisco es un judío practicante!
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE EL ISLAM
El islam es una religión falsa que niega la divinidad de
Cristo y rechaza la Santísima Trinidad y la fe católica a nivel masivo, y que
mantiene a cientos de millones en las tinieblas del diablo. Además de rechazar
al verdadero Dios, el islam permite la poligamia hasta cuatro esposas, y sus seguidores
(los musulmanes) propagan esta falsa religión con un celo no sin igual entre
los demás. El islam es entre las falsas religiones la más cruelmente
anti-cristiana. En muchos países islámicos la conversión al cristianismo
significa la muerte. La propagación de la verdadera fe está estrictamente
prohibida por los musulmanes. La sociedad islámica es una de las más malvadas
de la historia humana.
La Iglesia católica considera oficialmente el islam una
secta “abominable” y “diabólica”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, 1434: “… existe la
esperanza de que un gran número de la abominable secta de Mahoma
será convertido a la fe católica.”
Papa Calixto III: “Yo prometo… exaltar la fe verdadera, y
exterminar con la secta diabólica de los reprobados e infieles de Mahoma
[islam] en el Oriente.”
Una “abominación” es algo que es aborrecible a la vista
de Dios. Es algo por lo que Él no tiene respeto y estima. Algo “diabólico” es
algo que es del diablo. El islam rechaza, entre muchos otros dogmas, la
divinidad de Jesucristo y la Trinidad. Sus seguidores están fuera de los
límites de la salvación, siempre y cuando se mantengan musulmanes.
Papa
Clemente V, Concilio de Vienne, 1311-1312: “Es un insulto para el
santo nombre y una deshonra para la fe cristiana que en ciertas partes del
mundo sujetas a príncipes cristianos donde viven sarracenos [es decir, los
seguidores el islam, también llamados musulmanes], a veces separados, a veces
mesclados con los cristianos, los sacerdotes sarracenos, comúnmente llamados
zabazala, en sus templos y mezquitas, donde los sarracenos se reúnen para
adorar al infiel Mahoma, invocado en voz alta y exaltando su nombre cada
día a ciertas horas en un lugar elevado (…) Hay un lugar, además, donde fue
enterrado un sarraceno que otros sarracenos veneran como santo. Esto trae
descrédito a nuestra fe y da gran escándalo a los fieles. Estas prácticas no se
pueden tolerar sin disgustar a la divina majestad. Nos, por tanto, con
la aprobación del sagrado concilio, prohibimos estrictamente esas prácticas, a
partir de ahora, en tierras cristianas. Nos lo ordenamos a todos y cada uno
de los príncipes católicos (…) Ellos deben eliminar esta ofensa en
sus territorios y velar para que sus súbditos la eliminen, para que así puedan
alcanzar la recompensa de la felicidad eterna. Se les prohíbe
expresamente la invocación pública del sacrílego nombre de Mahoma (…)
Los que presuman actuar de otra manera deberán ser castigados por los príncipes
por su irreverencia, para que otros puedan ser disuadidos de tal osadía.”
La
Iglesia, además de enseñar que todos los que mueren como no católicos se
pierden, también enseña que a nadie se le debe obligar a abrazar el bautismo,
porque la creencia es un acto libre de la voluntad.
Papa
León XIII, Immortale Dei, #36, 1 de noviembre de 1885: “Es, por otra
parte, costumbre de la Iglesia vigilar con mucho cuidado para que nadie sea
forzado a abrazar la fe católica contra su voluntad, porque, como observa
acertadamente San Agustín, ‘el hombre no puede creer más que de buena voluntad.’”
La
enseñanza del Concilio de Vienne de que los príncipes cristianos deben hacer
valer su autoridad civil para prohibir la expresión de la falsa religión del
islam muestra, una vez más, que el islam es una religión falsa que lleva las
almas al infierno y desagrada a Dios.
Sin embargo, el 2 de agosto de 2005, Francisco oró frente
al cadáver del presidente musulmán del Centro Islámico en Argentina[22].
El cuerpo fue colocado en dirección al oriente hacia la Mecca. El imam islámico
recitó versículos del Corán y pidió por las bendiciones de Mahoma. Francisco
dijo que:
“Con mi oración pido al Creador, Clemente,
Misericordioso, le retribuya todo el bien que hizo”[23].
Santo Tomás de Aquino enseñó:
“… si alguien
adorara el sepulcro de Mahoma, sería considerado como apóstata”[24].
La acción de Francisco de venerar el cadáver de un líder
musulmán condenado es equivalente a adorar el sepulcro de Mahoma.
El 14 de mayo de 1999, Juan Pablo II
reverenció y besó el Corán. El Corán es el libro sagrado de los musulmanes que
blasfema contra la Santísima Trinidad y niega la divinidad de Jesucristo. El
reverenciar el libro sagrado de una falsa religión siempre ha sido considerado
un acto de apostasía – un rechazo total de la verdadera religión. Este solo
acto hace de Juan Pablo II un apóstata; porque ello equivale a adorar la tumba
de Mahoma, y a lo que Santo Tomás considera ser un apóstata.
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “Los
escritos sagrados del Islam...”
El 29 de junio de 2010 Francisco visitó un centro
islámico y dijo:
“Yo vine como hermano a estrechar vínculos”[25].
En su homilía del 8 de julio de 2013, Francisco habló de
los musulmanes diciendo:
“Quiero tener un recuerdo para los queridos inmigrantes
musulmanes que esta tarde comienzan el ayuno del Ramadán, con el deseo de
abundantes frutos espirituales”[26].
En su mensaje del 10 de julio de 2013 a los musulmanes
por la conclusión del Ramadán, Francisco dijo:
“… aprecio y amistad para todos los musulmanes,
especialmente aquellos que son líderes religiosos. (…) Entre cristianos y
musulmanes, estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas,
símbolos y valores. Un respeto especial se debe a los líderes religiosos y los
lugares de culto… a pensar y hablar de un modo respetuoso de otras religiones y
de sus seguidores, evitando ponerlos en ridículo o denigrar sus creencias y
prácticas… ¡Feliz fiesta a todos vosotros!”[27].
Respetar a una falsa religión, sus enseñanzas o sus
seguidores – como lo hace Francisco – está condenado por la enseñanza católica.
Ello es apostasía de la fe católica.
El Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1444, ex
cathedra: “La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y enseña
que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica, no solamente los
paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos, jamás compartirán la
vida eterna, e irán irremediablemente al fuego eterno preparado para el Diablo
y sus ángeles, a no ser que se hayan unido a la Iglesia antes de morir; también
que la unidad del cuerpo Eclesiástico es tal que los Sacramentos de la
Iglesia solo pueden beneficiar a aquellos que permanecen en Ella, y que los
ayunos, actos de caridad, y otras obras de piedad realizados por
los fieles serán premiados eternamente; además, todo aquel, no importando lo
grande que hayan sido sus limosnas y obras de caridad, y no importando de
que llegase a derramar su sangre por causa de Cristo, no puede salvarse si no
se hallare en el seno y unidad de la Iglesia Católica.”
Tenga en cuenta que el Concilio de Florencia define
dogmáticamente la necesidad de la fe católica para la salvación, él recalca en
las oraciones, limosnas y ayunos de los que pertenecen al seno de la
Iglesia. Declara que las limosnas no beneficiarán a los que están fuera de la
Iglesia.
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “… y
es admirable ver cómo jóvenes y ancianos, mujeres y varones del Islam son
capaces de dedicar tiempo diariamente a la oración y de participar fielmente de
sus ritos religiosos.”
Es interesante que el Vaticano II, al elogiar a los
musulmanes y su falsa religión, utiliza casi exactamente el mismo lenguaje
que el Concilio de Florencia, pero una vez más en sentido contrario: el
Vaticano II elogia los ayunos, las limosnas y las oraciones de los
miembros de una falsa religión no-católica.
El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 3:
“La Iglesia mira también con aprecio a los
musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso
y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres,
a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se
sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia.
Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios. (…) Por
tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las
limosnas y el ayuno.”
Aquí nos encontramos que el Vaticano II enseña que los
musulmanes adoran al único Dios, el Creador del cielo y de la tierra. Esta es
similar a, pero ligeramente diferente de la herejía que ya hemos expuesto en Lumen
Gentium. El falso dios de los musulmanes (que no es la Trinidad) no creó el
cielo y la tierra. Es la Santísima Trinidad quien creó el cielo y la tierra.
Papa San León IX, Congratulamur vehementer, 13 de
abril de 1053: “Creo firmemente que la Santísima Trinidad, Padre e Hijo y
Espíritu Santo, es un solo Dios omnipotente y que toda la divinidad en la
Trinidad es coesencial y consustancial, coeterna y coomnipotente, y de una sola
voluntad, poder y majestad: creador de todas las criaturas, de quien todo,
por quien todo y en quien todo, cuanto hay en el cielo y en la tierra,
lo visible y lo invisible. Creo también que cada una de las personas en la
santa Trinidad son un solo Dios verdadero, pleno y perfecto.”
Quizás el más chocante herejía se
encuentra en Lumen Gentium 16. Aquí
nos encontramos con la secta del Vaticano II y sus antipapas enseñando que el
dios de los musulmanes (que no es Jesucristo) juzgará a los hombres al fin del
mundo. Esto significa que Jesucristo no juzgará a la humanidad en el último
día, sino que lo hará el dios de los musulmanes. Esta es una negación de la
segunda venida de Jesucristo para juzgar a los vivos y los muertos.
El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 16: “Pero
el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador, entre
los cuales están en primer lugar LOS MUSULMANES, que, confesando
adherirse a la fe de Abraham, ADORAN CON NOSOTROS A UN DIOS ÚNICO,
MISERICORDIOSO, QUE JUZGARÁ A LOS HOMBRES EN EL DÍA POSTRERO.”
Antipapa Pablo VI, Discurso, 2 de diciembre de
1977: “… los musulmanes, que profesan la fe de Abraham, y adoran con nosotros
al único Dios misericordioso, que
juzgará a los hombres en el día postrero, como declaró solemnemente el
Concilio Vaticano II.”
Antipapa Juan Pablo II, Nuevo Catecismo, párrafo
841: “… los musulmanes, que profesan tener la fe de Abraham y adoran con
nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin
del mundo.”
Antipapa Benedicto XVI, Discurso, 25 Sept. 2006: “Quiero
reiterar hoy toda la estima y el profundo respeto que tengo por creyentes
Musulmanes, trayendo a la memoria las palabras del Segundo Concilio
Vaticano que por la Iglesia Católica son la Carta Magna de diálogo
Musulmán-Católico: ‘La Iglesia considera Musulmanes con respeto. Adoran
al único Dios vivo y subsistente, [‘misericordioso y todo poderoso,
Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos
designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a
quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta,
aunque no lo reconocen como Dios.’ El documento del Vaticano II, Nostra
aetate, # 3] (…) En este tiempo cuando por Musulmanes la viaje
espiritual del mes de Ramadán está empezando, me dirijo a todos ellos, mis
buenos deseos cordiales…”
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 252), Nov. 24, 2013: “Islam...
ellos, «confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un
Dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día final».”
¡Esta es una blasfemia increíble! Los católicos adoran a
Jesucristo y a la Santísima Trinidad; ¡los musulmanes no!
Papa
San Dámaso, Concilio de Roma, 382, can. 15: “Si alguno no dijere que Él
[Cristo]… ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, es
hereje.”
Hasta un niño entiende que no tenemos al mismo Dios.
El Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio (# 6),
27 de mayo de 1832: “Por lo tanto, deben instruirlos en la verdadera
adoración de Dios, que es única para la religión católica.”
El Papa San Gregorio Magno: “La sacrosanta Iglesia
universal enseña que no es posible adorar a Dios verdaderamente excepto en ella…”
Algunos intentan defender esta horrible herejía del
Vaticano II y sus antipapas afirmando que los musulmanes reconocen y adoran a
un único Dios todopoderoso. Ellos argumentan de la siguiente manera: Hay un
solo Dios. Y puesto que los musulmanes adoran al único Dios todopoderoso – no a
muchas deidades, como los politeístas – ellos adoran al mismo Dios todopoderoso
que los católicos.
|
Claramente es una negación de la Santísima Trinidad
afirmar que los musulmanes adoran al Dios verdadero sin adorar a la Trinidad. En
segundo lugar, y peor aún cuando se considera con cuidado, está la sorprendente
afirmación que los musulmanes ¡adoran al único Dios misericordioso que
juzgará a los hombres el último día! Esta es una herejía increíble. Los
musulmanes no adoran a Jesucristo, quien es y será el supremo juez de la
humanidad en el último día. Por lo tanto, ¡ellos no adoran al Dios que juzgará
a la humanidad en el día final! Decir que los musulmanes adoran al Dios que
juzgará a la humanidad el día final, como lo hace el Vaticano II en la Lumen
Gentium 16, y el antipapas del Vaticano II, y últimamente Francisco
en la Evangelii Gaudium 252, es negar
que Jesucristo juzgará a la humanidad en el último día.
El Papa San Dámaso I, Concilio de Roma, canon 15: “Si
alguno no dijere que ÉL [CRISTO] (…) EL CUAL HA DE VENIR A JUZGAR A
LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS, ES HEREJE.”
Además de esta asombrosa herejía, en Nostra aetate
3 también dice que la Iglesia Católica mira a los musulmanes con aprecio, que
procuran someterse con toda el alma a Dios al igual como lo hizo Abraham. Pero
la admiración del Vaticano II por los musulmanes infieles no es compartida por
la Iglesia Católica. La Iglesia desea la conversión y la eterna felicidad de
todos los musulmanes, pero ella reconoce que el islam, es una religión horrible
y falsa. Ella no supone que ellos se someten a Dios. Ella sabe que ellos
pertenecen a una falsa religión.
El Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, sesión
19, 7 de septiembre de 1434: “… existe la esperanza de que un gran número de la
abominable secta de Mahoma será convertida a la fe católica.”
El Papa Benedicto prohíbe estrictamente a los católicos
poner incluso nombres musulmanes a sus hijos bajo pena de condenación.
El Papa Benedicto XIV, Quod Provinciale, 1 de
agosto de 1754: “El Concilio provincial de vuestra provincia de Albania (…)
decretó de la manera más solemne en su tercer canon, entre otras materias, como
sabéis, que no se les debe poner nombres turcos o mahometanos a los hijos o
adultos en el bautismo. (…) Esto no debería ser difícil para ninguno de
vosotros, venerables hermanos, ya que ninguno de los cismáticos y herejes han
cometido la imprudencia de tomar un nombre musulmán, y a menos que vuestra
justicia abunde más que la de ellos, no entraréis en el reino de los cielos.”
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE LAS OTRAS FALSAS RELIGIONES
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los
no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina,
y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados mediante la
gracia de Dios», y así «asociados al misterio pascual de Jesucristo». Pero,
debido a la dimensión sacramental de
la gracia santificante, la acción divina en ellos tiende a producir
signos, ritos, expresiones sagradas [no cristianos!] que a su vez acercan a
otros a una experiencia comunitaria de camino hacia Dios… El mismo Espíritu suscita en todas partes
diversas formas de sabiduría práctica que ayudan a sobrellevar las penurias de
la existencia y a vivir con más paz y armonía… que puede ayudarnos a vivir
mejor nuestras propias convicciones.”
¡Esta es una blasfemia increíble! Francisco dice
no-cristianos pueden vivir justificados por “la gracia santificante” mediante
la gracia de Dios. La Iglesia Católica enseña como dogma que sólo hay una sola
verdadera religión y un solo Dios verdadero. La Iglesia enseña que todas las
religiones no católicas son falsas y son del diablo. Es un dogma de la fe
católica que fuera de la Iglesia Católica no hay salvación (extra ecclesiam
nulla salus). Esto ha sido definido ex cathedra siete veces por los Papas.
Papa San Gregorio Magno, 590-604: “La santa Iglesia
universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en
ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos.”
(The Papal Encyclicals, edición inglesa, Vol. 1 (1740-1878), p. 230)
Gregorio XVI, Summo
iugiter studio, #2, 27 de mayo de 1832: “Finalmente, algunas de estas personas descarriadas
intentan persuadirse a sí mismos y a otros que los hombres no se salvan sólo en
la religión católica, sino que incluso los herejes pueden obtener la vida
eterna.”
Todas las otras religiones pertenecen al diablo. Esta es
la enseñanza de Jesucristo, la Iglesia Católica y la Sagrada Escritura.
Salmo 95, 5: “Todos los dioses de los gentiles son
demonios…”
1 Corintios 10, 20: “Antes bien, digo que lo que
sacrifican los gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican. Y no quiero
yo que vosotros tengáis parte con los demonios.”
El término paganismo se refiere a la adoración a los
falsos dioses y las religiones falsas y politeístas, como el budismo, el
hinduismo, etc. La Iglesia Católica enseña que los dioses adorados por los
miembros de las religiones paganas son demonios.
Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20
de abril de 1930: “… toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son
introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de
falsos dioses.”
Todo aquel que muestre aprecio por las religiones no
cristianas, o las considere buenas o dignas de respeto, niega a Jesucristo y es
un apóstata.
Sin embargo, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra,
página 218, Francisco escribió acerca de los nuevos sistemas y movimientos de
creencias religiosas. Él declaró:
“Soy respetuoso de nuevas propuestas espirituales…
Sobrevivir al paso del tiempo es la mejor prueba de la pureza espiritual”[28].
Kali, uno de los aproximadamente 330.000 falsos dioses que adoraban los hindúes
- una religión que no es condenado, sino alabada por el Vaticano II
Por tanto, según el apóstata Francisco, la falsa religión
del hinduismo es una espiritualidad “respetuoso” y “pura” porque ha existido
por 3.000 años y ha sobrevivido al “paso del tiempo”.
El documento del Vaticano II, Nostra aetate
también se asegura de recordar cuán grande es el mundo del budismo, y cómo esta
falsa religión conduce a la más alta contemplación.
El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia
radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres,
con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el estado de perfecta
liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados
con el auxilio superior.”
El Vaticano II dice que en el budismo ¡«enseña el camino»
por el cual los hombres pueden adquirir la suprema iluminación! Esto es
apostasía. Esta es una de las peores herejías del Vaticano II. Más adelante,
lea cómo Pablo VI (el hombre que promulgó solemnemente el Vaticano II) entiende
su enseñanza sobre el budismo.
Pablo VI, Audiencia general a los budistas japoneses,
5 de septiembre de 1973: “Es un gran placer para nosotros dar la bienvenida
a los budistas japoneses en Tour por Europa, los honorables seguidores de la
secta budista Soto-shu. (…) En el Segundo Concilio Vaticano,
la Iglesia Católica exhortó a sus hijos e hijas a estudiar y evaluar las
tradiciones religiosas de la humanidad y ‘para advertir en diálogo sincero y
paciente las riquezas que Dios generoso ha distribuido a las gentes’ (Ad
Gentes, 11) (…) El budismo es una de las riquezas de Asia…”
Basándose en el Vaticano II (que él solemnemente promulgó), Pablo
VI dice que esta religión falsa y pagana ¡es una de las riquezas de Asia!
El Vaticano II también elogia la religión falsa del
hinduismo por su inagotable riqueza de «con los penetrantes esfuerzos de la filosofía»,
como también su vida ascética y profunda meditación.
El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 2:
“Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo
expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes
esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de
nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de
profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza.”
Advierta cómo los elogios del Vaticano II de la falsa
religión del hinduismo están contradiciendo específicamente al Papa León XIII:
El Papa León XIII, Ad extremas (#1), 24 de junio
de 1893: “Nuestros pensamientos se dirigen en primer lugar al bienaventurado
Apóstol Tomás que con razón es llamado el fundador de la predicación del
Evangelio a los hindúes. Después, está San Francisco Javier (…) A través de
su extraordinaria perseverancia convirtió a cientos de miles de hindúes
de los mitos y viles supersticiones de los brahmanes a la verdadera religión.
Tras las huellas de este hombre santo siguieron numerosos sacerdotes (…) ellos
son los continuadores de estos nobles esfuerzos; no obstante, en las vastas
extensiones de la tierra, muchos están todavía privados de la verdad, aprisionados
miserablemente en las tinieblas de la superstición.”
En realidad, dos religiones diferentes:
El documento del Vaticano II, Nostra aetate, (#
2): “Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y
lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los
penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación
de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida
ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios
con amor y confianza.” El documento del Vaticano II, Nostra aetate, #
2: “En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la
insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el
que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el
estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus
propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior.” Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los
no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa
divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia
santificante...” |
Papa León XIII, Ad extremas (#1), 24 de junio de
1893: “… A través de su extraordinaria perseverancia convirtió a cientos
de miles de hindúes de los mitos y viles supersticiones de los
brahmanes a la verdadera religión. Tras las huellas de este hombre santo
siguieron numerosos sacerdotes (…) ellos son los continuadores de estos
nobles esfuerzos; no obstante, en las vastas extensiones de la tierra, muchos
están todavía privados de la verdad, aprisionados miserablemente en las
tinieblas de la superstición.” Concilio de Elvira, 305 d.C.: “Se decreta que los
adultos que después de recibir el bautismo hayan entrado en templos paganos
para adorar a los ídolos, lo que es un crimen mortal y el sumo de la maldad,
no podrán ser admitidos a la comunión, incluso en la muerte.” Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20 de abril de
1930: “…toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos
en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses
falsos.” |
En medio de toda esta blasfemia en el Vaticano II y Francisco,
no se hace ninguna mención de que estos infieles y paganos deben ser
convertidos a Cristo; no se ofrece ninguna oración para que se les sea
concedida la fe; y ninguna amonestación de que estos idólatras deban ser
liberados de su impiedad y de las tinieblas de sus supersticiones. Lo que vemos
son elogios y estima por estas religiones del diablo. Lo que vemos es un
inequívoco sincretismo, que trata a todas las religiones como si condujeran a
Dios.
Papa Pío IX, Qui Pluribus (# 15), 9 de noviembre
de 1846: “Tal es el sistema perverso y opuesto a la luz natural de la razón que
propugna la indiferencia en materia de religión, con el cual estos inveterados
enemigos de la Religión, quitando todo discrimen entre la virtud y el vicio,
entre la verdad y el error, entre la honestidad y vileza, aseguran que en
cualquier religión se puede conseguir la salvación eterna, como si alguna
vez pudieran entrar en consorcio la justicia con la iniquidad, la luz con las
tinieblas, Cristo con Belial.”
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE LA REUNIONES DE ORACIÓN INTERRELIGIOSAS
Después del atentado en los Estados Unidos del 11 de
septiembre de 2001, Francisco participó en una reunión de oración con líderes
de otras falsas religiones, al pie de un obelisco en Argentina[30].
El obelisco es un símbolo fálico masónico.
En su encíclica Mortalium animos, el Papa Pío XI
condenó autoritativamente esta actividad interreligiosa y la denunció como una
apostasía de la verdadera fe. Él enseñó que aquellos que están a favor de esta
actividad han abandonado la religión católica.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 2, 6 de enero
de 1928: “Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y
conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí
promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y
hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada
pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión. Tales tentativas no
pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que
están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las
religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de
distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y
nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos
obedientemente su imperio. Cuantos sustentan esta opinión, no sólo
yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando
su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo
y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se
adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión
revelada por Dios”. |
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10: “Siendo todo
esto así, claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna
tener parte en dichos Congresos [con los no católicos], ni de ningún modo
pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos…”
También dijo:
“Bien claro se muestra, pues, Venerable Hermanos, por qué
esta Sede Apostólica no ha permitido nunca a los suyos que asistan a los
citados congresos de no católicos…”[31].
Sin embargo, como ya hemos visto, Francisco ha estado
involucrado en numerosas reuniones de oración interreligiosa.
El 24 de enero de 2002, Francisco invitó a varios
diferentes líderes de falsas religiones para rezar en la catedral de Buenos
Aires, Argentina[32]. La reunión incluyó a líderes desde el
hinduismo, el budismo, el islam y el judaísmo. El anuncio de Francisco durante
la reunión fue que “cada grupo religioso rezará según su propia fe, idioma y
tradición, en pleno respeto a los demás”. Esto es apostasía.
El 5 de mayo de 2006, Francisco rezó con los miembros del
Parlamento Argentino de Religiones[33] y en el 2011 Francisco
realizó su propia reunión de oración interreligiosa[34][35].
El 20 de marzo de 2013, Francisco realizó una reunión con
líderes de diferentes religiones la que incluyó a cismáticos, judíos y
musulmanes[36]. Francisco dijo:
Francisco, Discurso, 20 de marzo de 2013: “Ayer
por la mañana, durante la misa, he reconocido espiritualmente presentes a
través de vosotros a las comunidades que representáis”[37].
Un hereje, por definición infalible, está de mala fe y
atrae sobre su cabeza el castigo eterno.
El Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431: “…
recuerden que los seguidores de todas las herejías extraen de la Escritura
inspirada la razón de sus errores, y que todos los herejes corrompen las
verdaderas expresiones del Espíritu Santo con sus propias mentes
malvadas y atraen sobre sus cabezas una llama inextinguible.”
Como acabamos de mostrar, Francisco rechaza por completo
la enseñanza infalible de la Iglesia católica de que los miembros de las falsas
religiones necesitan aceptar la fe católica para la salvación.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8,
22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Todo el que quiera
salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la
guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre”[38].
LAS HEREJÍAS DE
FRANCISCO SOBRE LA LIBERTAD RELIGIOSA
Francisco, Discurso, 18 de mayo de 2013: “…
promover la libertad religiosa para todos, ¡para todos! Cada hombre y cada
mujer deben ser libres en la propia confesión religiosa, cualquiera que ésta
sea”[29].
Antipapa Francisco, Evangelii
Gaudium (# 255), Nov. 24, 2013: “Los
Padres sinodales recordaron la importancia del respeto a la libertad religiosa,
considerada como un derecho humano fundamental. Incluye «la libertad de elegir
la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia
creencia». Un sano pluralismo, que de verdad respete a los diferentes y los
valore como tales, no implica una privatización de las religiones, con la
pretensión de reducirlas al silencio y la oscuridad de la conciencia de cada
uno, o a la marginalidad del recinto cerrado de los templos, sinagogas o
mezquitas. Se trataría, en definitiva, de una nueva forma de discriminación y
de autoritarismo. El debido respeto a las minorías de agnósticos o no creyentes
no debe imponerse de un modo arbitrario que silencie las convicciones de
mayorías creyentes o ignore la riqueza de las tradiciones religiosas.”
La Iglesia
católica condena la idea de que la libertad religiosa debe ser un derecho civil
universal.
Papa Gregorio XVI, Inter praecipuas, # 14, 8 de
mayo de 1844: “Puesto que consta, y una larga experiencia pasada lo ha
confirmado, que no hay un camino más expedito para apartar a los pueblos de la
fidelidad y obediencia a sus Príncipes que la indiferencia en materia de
religión propagada por los sectarios bajo el nombre de la libertad religiosa.”
Papa León XIII, Libertas, (# 42), 20 de junio de
1888: “De lo dicho se sigue que no es lícito de ninguna manera pedir,
defender, conceder la libertad de pensamiento, de prensa, de enseñanza, ni tampoco la de cultos, como otros
tantos derechos correspondientes al hombre por naturaleza.”
Papa León XIII, Inmortale Dei, (# 34), 1 de
noviembre de 1885: “Así Gregorio XVI, en su Carta Encíclica que comienza Mirari
Vos, del 15 de Agosto de 1832 condena en gravísimos términos lo que
entonces ya se propalaba: que en materia de culto divino no había necesidad de
escoger, que cada cual es libre de opinar sobre la religión lo que le
plazca, que el juez de cada uno es únicamente su propia conciencia, que,
además, cada cual puede publicar lo que se le antoje y que igualmente
es lícito maquinar cambios políticos.”
La declaración del Vaticano II sobre la libertad religiosa es
sin duda el más escandaloso de todos los documentos del Vaticano II. El
Vaticano II enseña que la libertad religiosa debe ser un derecho civil, lo cual
está directamente condenado por el Papa Pío IX. El Vaticano II dice también que
este derecho a la libertad religiosa se aplica tanto al ámbito de expresión
público como privado; y que a nadie debe impedírsele la expresión pública o la
práctica de su religión:
El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae #
2: “Este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derecho a la
libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres han de
estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos
sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia
religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le
impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado
con otros, dentro de los límites debidos (…) Este derecho de la persona
humana a la libertad religiosa ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico
de la sociedad, de tal manera que llegue a convertirse en un derecho civil.”
El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae #
2: “Por lo cual, el derecho a esta inmunidad permanece también en aquellos
que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella, y su
ejercicio, con tal de que se guarde el justo orden público, no puede ser
impedido.”
Es un dogma de la Iglesia Católica que los Estados tienen
un derecho, y en realidad un deber, de impedir que los miembros de las falsas
religiones practiquen y propaguen públicamente sus creencias falsas. Los
Estados deben hacer esto para proteger el bien común – el bien de las almas –
que se ve perjudicada por la diseminación pública del mal. Esta es la razón de
por qué la Iglesia Católica siempre ha enseñado que el catolicismo debe ser la
única religión del Estado, y que el Estado debe excluir y prohibir la profesión
pública y propagación de cualquier otra.
Veamos ahora las tres proposiciones que fueron condenadas
por el Papa Pío IX en su autoritario Syllabus de Errores.
El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, 8 de
diciembre de 1864, #77: “En la época actual no es necesario ya que la
religión católica sea considerada como la única religión del Estado, con
exclusión de todos los demás cultos.” – Condenado.
Atención, la idea que la religión católica no deba
ser la única religión del Estado, con exclusión de todas las otras religiones,
está condenada. Esto significa que la religión católica debe ser la única
religión del Estado y que las otras deben ser excluidas del culto, profesión,
práctica y propagación pública. La Iglesia Católica no obliga a los no
creyentes a creer en la fe católica, puesto que la creencia (por definición) es
un acto libre de la voluntad.
El Papa León XIII, Immortale Dei (#36), 1 de
noviembre de 1885: “También suele la Iglesia procurar con grande empeño que
nadie sea obligado a abrazar la fe católica contra su voluntad, pues, como
sabiamente advierte San Agustín, «nadie puede creer sino voluntariamente».”
Sin embargo, ella enseña que los Estados deben prohibir
la profesión y propagación pública de las religiones falsas que conducen las
almas al infierno.
El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, # 78: “Por
esto es de alabar la legislación promulgada en algunas naciones católicas, en
virtud de la cual los extranjeros que a ellas emigran pueden ejercer
lícitamente el ejercicio público de su propio culto.” – Condenado.
El Papa Pío IX, Syllabus de Errores, 8 de
diciembre de 1864, # 55: “La Iglesia debe estar separada del Estado, y el Estado
debe estar separado de la Iglesia.” – Condenado.
En Quanta Cura, el Papa Pío IX condena también la
idea de que a todo hombre se le debe garantizar el derecho civil a la libertad
religiosa.
Papa Pío IX, Quanta cura, (nn. 3-6), 8 de
diciembre de 1864, ex cathedra: “Y como consecuencia de esta idea
de la gobernación social absolutamente falsa, no dudan en consagrar aquella
opinión errónea, en extremo perniciosa a la Iglesia Católica y a la salvación
de las almas, llamada por Gregorio XVI, Nuestro Predecesor, de feliz memoria,
locura, ESTO ES, QUE «LA LIBERTAD DE CONCIENCIAS Y DE CULTOS ES UN
DERECHO PROPIO DE CADA HOMBRE, QUE TODO ESTADO BIEN CONSTITUIDO DEBE PROCLAMAR
Y GARANTIZAR COMO LEY FUNDAMENTAL, Y QUE LOS CIUDADANOS TIENEN DERECHO
A LA PLENA LIBERTAD DE MANIFESTAR SUS IDEAS CON LA MÁXIMA PUBLICIDAD – YA DE
PALABRA, YA POR ESCRITO, YA EN OTRO MODO CUALQUIERA –, sin que autoridad civil
ni eclesiástica alguna puedan reprimirla en ninguna forma». Ahora bien: al
sostener afirmación tan temeraria no piensan ni consideran que con ello
predican la libertad de perdición. (…) En consecuencia, TODAS Y CADA UNA
DE LAS PERVERSAS OPINIONES Y DOCTRINAS QUE VAN SEÑALADAS DETALLADAMENTE EN LAS
PRESENTES LETRAS, NOS LAS REPROBAMOS CON NUESTRA AUTORIDAD APOSTÓLICA LAS
PROSCRIBIMOS LAS CONDENAMOS; Y QUEREMOS Y MANDAMOS QUE TODAS ELLAS SEAN TENIDAS
POR LOS HIJOS DE LA IGLESIA COMO REPROBADAS, PROSCRITAS Y CONDENADAS.”
La enseñanza del Vaticano II y sus antipapas y Francisco
es una herejía directa contra el magisterio infalible del Papa
Pío IX y de una multitud de otros Papas. La enseñanza del Vaticano II
sobre la libertad religiosa podría añadirse literalmente al Syllabus de Errores
condenados por el Papa Pío IX.
La enseñanza herética del Vaticano II sobre la libertad
religiosa, es precisamente la razón por la cual, tras el Vaticano II, ¡un
número de naciones católicas modificaron sus constituciones católicas
haciéndolas laicas! Las constituciones católicas de España y Colombia
fueron realmente suprimidas por una orden expresa del Vaticano, y las leyes
de esos países cambiaron para permitir la práctica pública de las religiones
no-católicas.
Cambios en la
constitución católica española como resultado de la enseñanza del Vaticano II
El "Fuero de los Españoles", la ley fundamental
del Estado español adoptada el 17 de julio de 1945, sólo autorizaba el
ejercicio de los cultos [religiones] no-católicos privadamente y prohibía
todas las actividades de propaganda por parte de las falsas religiones. Artículo 6, 1: “La profesión y práctica de la religión
católica, que es la del Estado español, gozará de protección oficial”. Artículo 6, 2: “… las únicas ceremonias y otras
manifestaciones abiertas de religión permitidas serán católicas.” Podemos ver que, en conformidad con la enseñanza
católica tradicional, la ley española decretó que las únicas ceremonias y
manifestaciones públicas de religión serían católicas. Después del Vaticano II, sin embargo, la "Ley
Orgánica del Estado" (10 de enero de 1967) reemplazó este segundo
apartado del artículo 6 por el siguiente: “El Estado asumirá la protección
de la libertad religiosa, que estará bajo la protección del Poder
Judicial responsable de salvaguardar la moral y el orden público". Es más, el preámbulo de la Constitución de España,
modificada por esta misma «Ley Orgánica del Estado» después del Vaticano II,
declara explícitamente: “… Teniendo en cuenta la modificación introducida en el
artículo 6 por la 'Ley
Orgánica del Estado', ratificada por referéndum de la nación, a fin de
adaptar su texto a la declaración conciliar sobre la libertad religiosa
promulgada el 7 de diciembre de 1965 [por el Vaticano II], que exige
el reconocimiento explícito de este derecho [libertad religiosa], y se ajusta
además al segundo Principio fundamental del Movimiento, según el cual la
enseñanza de la Iglesia debe inspirar nuestras leyes…” Podemos ver que la sección segunda del artículo 6 de la
Constitución de 1945 fue reemplazada por la de 1967, ¡precisamente con
el fin de armonizar las leyes de España de acuerdo con la declaración del
Vaticano II! Tal vez esta modificación de las leyes católicas en un
país católico, que se hizo con el fin de ajustarse a la nueva religión del
Vaticano II, ilustra más que cualquier otra cosa las fuerzas que están en
juego aquí. España pasó de ser una nación católica a una nación atea, que
ahora da protección legal al divorcio, a la sodomía, a la pornografía y a los
anticonceptivos, todo gracias al Vaticano II. |
Papa San Pío X, Vehementer Nos, 11 de febrero de
1906: “… en virtud de la suprema autoridad que Dios nos ha conferido,
por los motivos que arriba quedan expuestos, Nos condenamos y reprobamos la
ley votada en Francia acerca de la separación de la Iglesia y el Estado, por
altamente injuriosa para Dios, de quien reniega oficialmente sentando el
principio de que la república no reconoce ningún culto.”
Papa Gregorio XVI, Inter praecipuas, # 14, 8 de
mayo de 1844: “Puesto que consta, y una larga experiencia pasada lo ha
confirmado, que no hay un camino más expedito para apartar a los pueblos de la
fidelidad y obediencia a sus Príncipes que la indiferencia en materia de
religión propagada por los sectarios bajo el nombre de la libertad religiosa.”
De acuerdo con su enseñanza herética sobre la libertad
religiosa, el Vaticano II enseña la herejía de que todas las religiones tienen
libertad de expresión y libertad de prensa.
El documento del Vaticano II, Dignitatis humanae,
# 4: “Las comunidades religiosas tienen también el derecho de que no se les
impida la enseñanza y la profesión pública, de palabra y por escrito, de
su fe.”
La idea de que toda persona tiene derecho a la libertad
de expresión y de prensa ha sido condenada por muchos Papas. Sólo citaremos al
Papa Gregorio XVI y al Papa León XIII. Tenga en consideración que el Papa
Gregorio XVI llama a esta idea (la misma cosa enseñada por el Vaticano II)
de nociva y "nunca suficientemente denunciada".
Papa Gregorio XVI, Mirari vos (# 15), 15 de agosto
de 1832: “Debemos también tratar en este lugar de la libertad de imprenta,
nunca suficientemente condenada, si por tal se entiende el derecho de dar a
la luz pública toda clase de escritos; libertad, por muchos deseada y
promovida. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar
qué monstruos de doctrina, o mejor dicho, qué sinnúmero de errores
nos rodea, diseminándose por todas partes, en innumerables libros, folletos y
artículos que, si son insignificantes por su extensión, no lo son ciertamente
por la malicia que encierran.”
Papa León XIII, Inmortale Dei, (# 34), 1 de
noviembre de 1885: “Así Gregorio XVI, en su Carta Encíclica que comienza Mirari
Vos, del 15 de Agosto de 1832 condena en gravísimos términos lo que
entonces ya se propalaba: que en materia de culto divino no había necesidad de
escoger, que cada cual es libre de opinar sobre la religión lo que le
plazca, que el juez de cada uno es únicamente su propia conciencia, que,
además, cada cual puede publicar lo que se le antoje y que igualmente
es lícito maquinar cambios políticos.”
Todas estas enseñanzas católicas contradicen directamente
la enseñanza herética del Vaticano II y sus antipapas.
FRANCISCO
RESPETA A AQUELLOS QUE SE SUICIDAN
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 92:
“Hubo un momento en que no se le hacían funerales al suicida, porque no seguía
andando hacia la meta, le ponía fin al camino cuando quería. Pero respeto
al suicida, es una persona que no pudo sobreponerse a las
contradicciones. No lo rechazo”[42].
Francisco dice que el “respeto al suicida” y “No lo
rechazo.” Esto es una herejía y una negación de la tradición y el Evangelio.
1 Corintios 3:16-17: “¿No sabéis que sois templo de Dios,
y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de
Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros,
santo es.”
Además, el Concilio de Florencia definió dogmáticamente
que toda persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia
católica es rechazado, condenado y
anatematizado por Dios y Su Iglesia.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate
Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana… firmemente
cree, profesa y predica a cuantos, por consiguiente, sienten de
modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena,
reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de
Cristo, que es la Iglesia.”
El suicidio es un pecado mortal porque destruye el Templo
del Espíritu Santo donde viola el cuarto mandamiento.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, «Letentur coeli»,
sesión 6, 6 de julio de 1439: “Definimos además que (…) las almas de
aquellos que mueren en pecado mortal actual o con solo el original, bajan inmediatamente al infierno, para
ser castigadas, si bien con penas diferentes.”
El suicidio es auto asesinato. Lo desafortunado acerca
del mismo es que la persona que lo comete no puede arrepentirse de ese pecado.
El daño hecho es permanente. En la Biblia podemos ver que los asesinos fueron
redimidos: Moisés, David, etc., pero ellos, tuvieron oportunidad de confesar
sus pecados y arrepentirse. Con el suicidio, la persona no tiene esa
oportunidad y, por lo tanto, está condenada.
La Enciclopedia Católica, Vol. 14, "Suicidio",
1912: “Que el suicidio es ilícito es la
enseñanza de la Sagrada Escritura y de la Iglesia, la cual condena el acto como
el crimen más atroz y, por el odio que le tiene y para suscitar el horror en
sus hijos, le niega al suicida el sepelio cristiano. Por otro lado, el
suicidio se opone directamente a la tendencia más poderosa e invencible de toda
criatura, especialmente del hombre: la conservación de la vida. Finalmente,
para que un hombre sensato se quite deliberadamente la propia vida, debe
primero, como regla general, haber aniquilado en sí mismo todos los goces de la
vida espiritual, puesto que el suicidio está en total oposición a todo lo que
nos enseña la religión cristiana sobre el fin y el objeto de la vida y, salvo
en casos de locura, es la conclusión natural de una vida desordenada, débil y
cobarde.”
LA ENSEÑANZA HERÉTICA
DE FRANCISCO SOBRE EL PECADO
Francisco, Conversaciones, pp. 101-102: “Suelo
decir que la única gloria que tenemos, como subraya San Pablo, es ser
pecadores”[44].
San Pablo no dice esto. ¡Qué indignante! Francisco luego
dice en la siguiente página:
“Por eso, para mí
el pecado no es una mancha que tengo que limpiar.”
Francisco, Conversaciones, p. 107: “… es un
problema de pecado. Desde hace unos cuantos años, la Argentina vive una
situación de pecado, porque no se hace cargo de la gente que no tiene pan, ni
trabajo”[45].
Nótese bien que el único pecado del que habla Francisco
es el de no dar de comer a las personas ni darles trabajo; él no dice nada de
los pecados contra Dios y su fe.
Francisco, Entrevista con La Repubblica, 1 de
octubre de 2013: “Los más graves entre los males que afligen al mundo en estos
años son el paro [desempleo] de los jóvenes y la soledad en que son dejados los
viejos… Este es, a mi manera de ver, el problema más urgente que la Iglesia
tiene que enfrentar”[46].
LA ENSEÑANZA DE
FRANCISCO SOBRE EL HOMBRE
Francisco, Conversaciones, p. 162: “Para mí la
esperanza está en la persona humana… Creo en el hombre. No digo que es bueno o
malo, sino que creo en él…”[43].
FRANCISCO SOBRE
EL COMUNISMO
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 126:
“Recuerdo que en el industrial había un profesor comunista. Teníamos una
relación bárbara con él, nos cuestionaba todo y nos hizo mucho bien. Pero nunca
nos mintió…”[47].
Francisco, Conversaciones, p. 50: “Es cierto que
yo era, como toda mi familia, un católico práctico. Pero mi cabeza no estaba
puesta sólo en las cuestiones religiosas… Leía Nuestra Palabra y Propósitos,
una publicación del partido comunista y me encantaban todos los artículos de
uno de sus conspicuos miembros… Leónidas Barletta…”[48].
FRANCISCO SOBRE
LA PENA DE MUERTE
Francisco, Conversaciones, p. 89: “… ahora hay una
conciencia creciente sobre la inmoralidad de la pena de muerte”[49].
Esta declaración es completamente herética. La Iglesia
católica siempre ha estado a favor de la legitimidad de la pena de muerte
contra crímenes extremadamente graves.
La ley en el Antiguo Testamento ordenaba la pena de
muerte para varios actos: asesinato (Éxodo 21:12), secuestro (Éxodo 21:16);
bestialidad (Éxodo 22:19); adulterio (Levítico 20:10); homosexualidad (Levítico
20:13); ser un falso profeta (Deuteronomio 13:5); prostitución y violación
(Deuteronomio 22:4) y muchos otros crímenes.
Jesús apoyaba la pena capital, pero también mostró Su
gracia (Juan 8:1-11). El apóstol Pablo definitivamente reconoció el poder del
gobierno para instituir la pena capital cuando era necesario (Romanos 13:1-5).
Debemos reconocer que Dios le ha concedido al gobierno, la autoridad para
determinar cuándo es meritoria la pena capital (Génesis 9:6; Romanos 13:1-7).
Así que, básicamente, sí, Dios permite el castigo de la
pena capital. Pero al mismo tiempo, Dios no siempre demanda la pena de muerte
cuando es merecida.
Uno de los primeros Papas en tomar una posición a favor
de la pena de muerte fue Inocente I en el año 405, que en respuesta a una
pregunta del obispo de Tolosa funda su posición favorable en la carta de Pablo a
los Romanos. Inocente escribe:
“En cuanto a esta pregunta no tenemos nada en definitivo
de aquellos que nos han precedido. Debe ser recordado que el poder fue
concedido por Dios, y la espada fue permitida para vengar el crimen; el que
realiza esta venganza es el ministro de Dios (Rm 13:1-4). ¿Qué motivo tenemos
nosotros para condenar una práctica que todos sostienen es permitida por Dios?
Mantenemos, por lo tanto, lo que se ha observado hasta ahora, para no alterar
la disciplina y aparecer como estar obrando en contra de la autoridad de Dios.”
(Pope Innocent I, Epist. 6, C. 3. 8, ad Exsuperium, Episcopum Tolosanum, 20
February 405, PL 20,495)
Si hiciera falta alguna prueba más de la licitud de la
pena de muerte, en más de una ocasión el Papa se ha pronunciado sobre la
cuestión, como por ejemplo Papa Inocencio III (1198-1216), que ante los herejes
valdenses declaró:
“El poder secular puede sin caer en pecado mortal aplicar
la pena de muerte, con tal que proceda en la imposición de la pena sin odio y
con juicio, no negligentemente pero con la solicitud debida.” (Pope Innocent III, From the letter "Fitts
exemplo" to the Archbishop of Terraco, Dec. 18, 1208; Found in Denzinger
795/425)
A los católicos liberales del siglo XX que protestaban
contra la pena de muerte en los países católicos, argumentando que suponía una
violación del derecho a la vida, Papa Pío XII dijo estas palabras aclaratorias:
“Incluso en el caso de la pena de muerte el Estado no
dispone del derecho del individuo a la vida. Más bien la autoridad pública se
limita a privar al delincuente de la vida en expiación por su culpabilidad,
después de que él mismo, con su crimen, se ha privado del derecho a la vida.” (Pope Pius XII, "Address to the First International
Congress of Histopathology of the Nervous System," 14 September 1952, XIV,
328)
Dios instituyó la pena capital en Su Palabra; y la
Iglesia ha aprobado y utilizado la pena de muerte; por lo tanto, sería
presuntuoso pensar que nosotros podemos instituir un estándar más alto que el
de Dios y Su Iglesia o ser más compasivos que Él.
Por lo tanto, es claramente ante bíblico y herético
afirmar que Dios o la Iglesia se opone a la pena de muerte en todas las
instancias.
FRANCISCO
PROMUEVE LA EDUCACIÓN SEXUAL
Francisco, Conversaciones, p. 94: “La Iglesia no se opone a la educación
sexual. Personalmente, creo que debe haberla a lo largo de todo el
crecimiento de los chicos, adaptada a cada etapa. En verdad, la Iglesia
siempre impartió educación sexual, aunque acepto que no siempre lo hizo
de un modo adecuado”[50].
El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 1, 28 de octubre de 1965: “… los niños y a los adolescentes,
teniendo en cuenta el progreso de la psicología, de la pedagogía y de la
didáctica, para desarrollar armónicamente sus condiciones físicas, morales e
intelectuales. Hay que iniciarlos,
conforme avanza su edad, en una positiva y prudente educación sexual.”
Estas son las palabras de un verdadero Papa, el Papa Papa
Pío XI, sobre exactamente el mismo tema:
Papa Pío XI, encíclica Divini illius
magistri, 31 de diciembre de 1931: “Pero mucho más perniciosas son
las ideas y doctrinas sobre seguir absolutamente como guía a la naturaleza, que
tocan una parte delicadísima de la educación humana, aquella —decimos— que
atañe a la integridad de las costumbres y a la castidad. Corrientemente, en efecto, se hallan muchos que, tan necia como
peligrosamente, defienden y proponen aquel método educativo que con afectación
llaman educación ‘sexual’, estimando falsamente que podrán precaver a los
jóvenes contra el placer de la lujuria por medios puramente naturales y sin
ayuda alguna de la religión y de la piedad; a saber, iniciándolos e
instruyéndolos a todos, sin distinción de sexo, y hasta públicamente, en
doctrinas resbaladizas, y aun —lo que es peor— exponiéndolos prematuramente a las ocasiones, a fin de que su espíritu,
acostumbrado, como ellos dicen, a estas cosas, quede como curtido para los
peligros de la pubertad.
“Pero yerran gravemente esos hombres al
no reconocer la nativa fragilidad de la naturaleza humana ni la ley ínsita en
nuestros miembros, la cual, para valernos de las palabras del Apóstol Pablo,
combate contra la ley de la mente [Rom. 1, 23], y al negar temerariamente lo
que sabemos por la diaria experiencia, que los jóvenes más que nadie caen frecuentemente en los pecados torpes, no
tanto por falta de conocimiento de la inteligencia, cuanto por debilidad de la
voluntad, expuesta a los halagos y desprovista de los auxilios divinos.”[51].
Se puede ver
fácilmente la diferencia entre las dos religiones.
Mateo 18:6: “Y cualquiera que escandalizare á alguno
de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al
cuello una piedra de molino, y que se le anegase en el profundo de la mar. Ay
del mundo por los escándalos! porque necesario es que vengan escándalos; mas
ay de aquel hombre por el cual viene el escándalo!”
FRANCISCO ANIMA
A LOS SACERDOTES QUE DEJEN EL SACERDOCIO SI ELLOS SE ENAMORAN
Francisco, Conversaciones, p. 100: “Es cierto que,
a veces, se produce el enamoramiento y el sacerdote tiene que revisar su
sacerdocio y su vida. Entonces va al obispo, le informa ‘hasta acá llegué… no
sabía que iba a sentir algo tan lindo… a esta mujer realmente la amo…’ y pide
dejar el ministerio sacerdotal.
— ¿Y usted que hace frente a esos casos?
Francisco: No lo dejo solo, lo acompaño en todo el
camino; en la elaboración espiritual de lo que está viviendo. Si está seguro de
su decisión, incluso lo ayudo a conseguir trabajo… que solicitemos lo que
llamamos ‘la dispensa’, el permiso a Roma y así pueda estar en condiciones de
recibir el sacramento del matrimonio”[52].
Entonces un hombre que ha hecho votos permanentes de
castidad ante Dios, Francisco le ayudaría a quebrantar sus votos y dejar el
sacerdocio. Esto es una blasfemia contra Dios.
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Sesion
23, 15 de julio de 1563: “Si alguno dijere… el que una vez
fue sacerdote, puede volver a ser lego; sea excomulgado.” (Canon IV,
Cánones del Sacramento del Orden)
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte II-IIae, Cuestión
88, Artículo 11: “¿Puede dispensarse el
voto solemne de continencia? - Además, en Extra De statu monach., al final
de la decretal Cum ad monasterium, leemos: La renuncia a la propiedad, lo mismo
que la guarda de la castidad, están tan estrechamente vinculadas a la regla
monástica que ni el sumo pontífice puede conceder dispensa de ellas. ...
“Ahora bien:
puesto que la decretal citada dice expresamente que ni el sumo pontífice puede
dispensar a los monjes de la guarda de la castidad, se ha de explicar, según
parece, la cuestión de otra manera: porque, como queda dicho (a.10 ad 1) y
leemos en Lev, últ., v.9-10,28ss: Lo que una vez se consagró al Señor, no debe
conmutarse luego, destinándolo a otros usos.
“No puede,
pues, ningún prelado eclesiástico hacer que lo consagrado pierda su
consagración, ni aun tratándose de cosas inanimadas; por ejemplo, que un cáliz
consagrado deje de estarlo mientras permanezca entero. En consecuencia, y con
mucha más razón, no puede hacer un prelado que el hombre consagrado a Dios deje
de estar consagrado mientras viva. Y es que la solemnidad del voto consiste en
cierta consagración o bendición del que lo hace, como antes se dijo (a.7).
“De
donde se deduce que ningún prelado eclesiástico puede hacer que el que emitió
un voto solemne se vea privado de aquello para lo que se le consagró; por
ejemplo, que el que es sacerdote deje de serlo. Bien es verdad que el
prelado puede, por algún motivo, privar a éste del ejercicio de su sacerdocio.
Por una razón semejante, el papa no puede hacer que el que ha hecho la
profesión religiosa deje de ser religioso...”
LA ENSEÑANZA
HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE LA EDUCACIÓN CRISTIANA
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 123:
“Tampoco acuerdo con las clases de religión que supongan discriminación a los
no católicos”[58].
En el contexto de su viaje a Brasil con ocasión de la
Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013, el periodista Gerson
Camarotti, de la cadena Globo News, 29-07-2013, entrevistó Francisco. Él dijo:
“Si la educación de un chico se la dan los
católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa.
A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que
ponernos de acuerdo.”
Papa San Pío X, Acerbo nimis, # 6, 15 de abril de 1905:
“¿Cuántas y cuán graves son las consecuencias de la
ignorancia en materia de religión! Y por otro lado, ¿es necesario y lo beneficioso que es
la enseñanza religiosa! De hecho, es vano esperar un cumplimiento de los
deberes de un cristiano por alguien que ni siquiera conocía.”
Si la educación católica consiste en preparar el camino a
la salvación, ¿de qué sirve ser educados por los protestantes, los ortodoxos,
los musulmanes o los judíos, siendo esta una educación herética, deformada, inmoral y defectuosa basada en un
falso camino, en una falsa religión?
El Papa León XII en la encíclica Ubi primum ad summi en
1824: restauración de la religión, lucha contra los errores que amenazan la fe,
condena de las sectas, del indiferentismo en materia de religión, de las
sociedades bíblicas - describe así el indiferentismo de Francisco:
Papa León XII, Ubi primum, # 12, 5 de mayo de
1824: “Esta secta, presentándose bajo la amable apariencia de la piedad y la liberalidad,
profesa el tolerantismo (así lo llama), o indiferentísimo, y lo extiende no sólo a los asuntos civiles, sobre lo cual no decimos
nada, sino también en materia religiosa, enseñando que Dios ha dado a todos
los hombres una gran libertad, de manera que cada uno, sin ningún peligro,
puede abrazar y profesar la secta y la opinión que prefiera, según el propio
juicio personal. Este indiferentísimo se ha difundido y crecido de tal
manera que sus seguidores reconocen no sólo todas las sectas que, fuera de la
Iglesia católica, admiten de palabra la revelación como base y fundamento pero
afirman sin pudor que están en la recta vía también aquellas sociedades que
rechazando la revelación divina, profesan el simple deísmo y también el simple
naturalismo.”
Papa León XII, Ubi primum, # 14, 5 de mayo de
1824: “Es imposible que el Dios verdadero, que es la Verdad misma, el
mejor, el más sabio proveedor y el premiador de los buenos, apruebe todas
las sectas que profesan enseñanzas falsas que a menudo son
inconsistentes y contradictorias entre sí, y otorgue premios eternos a sus
miembros… porque por la fe divina confesamos un solo Señor, una sola fe, un
solo bautismo… Por eso confesamos que no hay salvación fuera de la Iglesia.”
Ahora lea las palabras del Antipapa Pablo VI y el
Vaticano II sobre la educación:
El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 1, 28 de octubre de 1965: “Todos los
hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la
dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación,
que responda al propio fin, al
propio carácter; al diferente sexo, y que sea conforme a la cultura y a las tradiciones...”
El documento del Vaticano II, Gravissimum Educationis, # 7, 28 de octubre de 1965: “… favoreciendo
la debida libertad religiosa, ayudan a las familias para que pueda darse a sus
hijos en todas las escuelas una educación
conforme a los principios morales y religiosos de las familias.”
Recordamos las palabras de Pío XI sobre la educación:
Pío XI, Divini
illius magistri, # 5, 31 de diciembre
de 1931: “Es, por tanto, de la mayor
importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la
mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con
el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación.
Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal
cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin
sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente
ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la
Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo,
único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y
perfecta educación que la educación cristiana. Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no
solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la
sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado
necesario de la perfección de los miembros que la componen.”
La Iglesia Católica enseña infaliblemente
que todo el que esté por sobre la edad de la razón debe tener conocimiento y
creer en los misterios de la Trinidad y de la Encarnación para salvarse – sin
excepciones –. Este, por lo tanto, elimina la teoría de la ignorancia
invencible (que alguien por sobre la edad de la razón pueda salvarse sin
conocer a Cristo o la verdadera fe).
Papa Eugenio
IV, Concilio de Florencia, sesión 8,
22 de noviembre de 1439, ex cathedra:
“Sexto, ofrecemos a los enviados esa regla compendiosa de la fe compuesta por
el bendito Atanasio, que es la siguiente:
“Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe
católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para
siempre.
“Ahora bien, la fe católica es que
veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y a la Trinidad en la unidad; sin
confundir las personas ni separar las sustancias. Porque una es la persona del
Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu santo; pero el Padre y el Hijo y
el Espíritu Santo tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad.
(…) Y en esta Trinidad, nada es antes o después, nada mayor o menor, sino que
las tres personas son entre sí coeternas y coiguales, de suerte que, como antes
se ha dicho, en todo hay que venerar lo mismo la unidad en la Trinidad que la
Trinidad en la unidad. El que quiera, pues, salvarse, así ha de
sentir de la Trinidad.
“Pero es necesario para la eterna salvación creer
también fielmente en la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo (…) hijo de
Dios, es Dios y hombre. (…) Ésta es la fe católica y el que no la creyere fiel
y firmemente, no podrá salvarse.”
La necesidad absoluta en la
creencia en el dogma de la Trinidad y la Encarnación para la salvación de todos
los mayores de la edad de la razón también es la enseñanza de Santo Tomás de
Aquino, el Papa Benedicto XIV y el Papa San Pío X.
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica: “Mas en el tiempo
de la gracia revelada, mayores y menores están obligados a tener fe
explícita en los misterios de Cristo, sobre todo en cuanto que son
celebrados solemnemente en la Iglesia y se proponen en público, como son los
artículo de la Encarnación de que hablamos en otro lugar.”
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica: “Por consiguiente, en
el tiempo subsiguiente a la divulgación de la gracia están todos obligados a
creer explícitamente el misterio de la Trinidad.”
Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 1, 26 de junio de 1754:
“No pudimos alegrarnos, sin embargo, cuando se Nos informó posteriormente que
en el curso de la instrucción religiosa preparatoria a la confesión y a la
santa comunión, se encontraba muy a menudo que estas personas eran ignorantes
de los misterios de la fe, incluso en aquellos aspectos que deben ser conocidos
por necesidad de medio; en
consecuencia, no estaban habilitados para participar de los sacramentos.”
Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 4: “Mirad que cada
ministro lleve a cabo cuidadosamente las medidas establecidas por el santo
Concilio de Trento (…) que los confesores deben cumplir esta parte de su deber
cuando alguien se encuentra ante su tribunal y no sabe lo que debe saber por necesidad de medio para salvarse…”
Los mayores de la edad de la
razón que ignoran estos misterios absolutamente necesarios de la fe católica –
estos misterios que son una “necesidad de
medio” – no pueden contarse entre los elegidos, es lo que confirma el Papa
San Pío X.
Papa San Pío X, Acerbo nimis, # 2, 15 de abril de 1905:
“Y por eso Nuestro predecesor Benedicto XIV escribió justamente: ‘Declaramos
que un gran número de los condenados a las penas eternas padecen su perpetua
desgracia por ignorar los misterios de la fe, que necesariamente se deben
saber y creer para ser contados entre los elegidos.’”
LA ENSEÑANZA
HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE LOS HEREJES Y CISMÁTICOS
La Iglesia católica enseña que las personas bautizadas
que abrazan las sectas heréticas o cismáticas perderán sus almas. Jesús fundó
su Iglesia sobre San Pedro como ya vinos, y declaró que todo aquel que no
escuche a la Iglesia debe ser considerado como gentil y publicano (Mateo 18,
17). Él también ordenó a sus discípulos que observaran “todas las cosas” que Él
les había ordenado (Mateo 28, 20). Las sectas cismáticas orientales (como la
“ortodoxa”) y las sectas protestantes, son movimientos desprendidos de la
Iglesia católica. Al separarse de la única Iglesia de Cristo, ellos abandonaron
el camino de la salvación y entraron en el camino de la perdición.
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi, # 23, 29
de junio de 1943: “Puesto que no todos los pecados, aunque graves, separan
por su misma naturaleza al hombre del cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el
cisma, la herejía o la apostasía.”
Estas sectas, obstinada y pertinazmente rechazan una o
más de las verdades que Cristo claramente instituyó, como el papado (Mateo 16,
Juan 21, etc.), la confesión (Juan 20, 23), la Eucaristía (Juan 6, 54) y otros
dogmas de la fe católica. Para salvarse es necesario asentir a todas las cosas
que la Iglesia católica, basada en la Escritura y la tradición, ha definido
infaliblemente como dogmas de fe.
Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre
de 1208: “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola
Iglesia, no la de los herejes, sino la santa Iglesia, Romana, católica y
apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse.”
Papa Clemente VI, Super quibusdam, 20 de
septiembre de 1351: “En segundo lugar preguntamos si creéis tú y los armenios
que te obedecen que ningún hombre viador podrá finalmente salvarse fuera de
la Iglesia y de la obediencia de los Pontífices romanos.”
Sin embargo, en su libro Sobre el Cielo y la Tierra,
p. 78, Francisco cita lo que su abuela le había dicho cuando él era chico con
respecto a dos mujeres no católicas:
“Ella me contestó: ‘No, son protestantes, pero son
buenas’. Ésa fue la sapiencia de la verdadera religión”[60].
El protestantismo es el rechazo de muchos dogmas de la Fe
Católica. Protestantismo es no sólo herejía, sino la más conocida colección de
herejías con la cual la Iglesia aun tenía que lidiar.
Papa Pío XI, Rerum omnium perturbationem (# 4), 26 de
enero de 1923: “El santo fue nada menos que Francisco de Sales (…) parecía
haber sido enviado especialmente por Dios para luchar contra las herejías
sostenidas por la reforma [protestante]. Son en estas herejías que
descubrimos los inicios de esa apostasía de la humanidad de la Iglesia, los
efectos tristes y desastrosos que lamenta, incluso en la hora presente, toda
mente justa.”
El protestantismo se inició con el sacerdote alemán
Martín Lutero, que dejó la Iglesia Católica e inició la revolución protestante
en 1517. Lutero negó el libre albedrío, el Papado, la oración a los santos, el
Purgatorio, la Tradición, la Transubstanciación y el Santo Sacrificio de la
Misa. Lutero reemplazó la Misa con un servicio conmemorativo de la última cena.
Todos los sacramentos excepto el Bautismo y la Santa Eucaristía fueron rechazados.
Lutero decía que tras de la caída de Adán el hombre no podía hacer ninguna obra
buena. La mayoría de los protestantes tienen las mismas creencias de Lutero,
pero todos ellos rechazan muchos dogmas católicos.
Papa Gregorio XVI, Inter Praecipuas (# 4), 8 de
mayo de 1844: “Pero más tarde se requirió aún más atención cuando los
luteranos y calvinistas se atrevieron a oponerse a la doctrina inmutable de
la fe con una variedad de errores casi increíble. Ellos no ahorraron medio
algunos para engañar a los fieles con las perversas explicaciones de los libros
sagrados…”
La Iglesia Católica enseña que los herejes repudian la
Palabra de Dios tradicional.
El Papa Gregorio XVI, Inter Praecipuas (# 2), 8 de
mayo de 1844: “En efecto, vosotros sabéis que desde los primeros siglos
llamados cristianos, el peculiar artificio de los herejes ha sido que, al
repudiar la Palabra de Dios tradicional y rechazar la autoridad de la
Iglesia Católica, ellos falsifican las escrituras manipulándolas, o alteran la
explicación del significado.”
En Argentina, a los “católicos” que pedían un exorcismo,
Francisco solía recomendarles un exorcista luterano[59].
En el 2006, Francisco se arrodilló para recibir la “bendición”
de los protestantes durante una reunión ecuménica[61].
Él hizo la misma cosa inmediatamente después de ser
elegido antipapa el 13 de marzo de 2013. Francisco (en vez de “bendecir” a la
gente) le pidió a la multitud que lo “bendijera” a él (multitud que incluía
numerosos miembros de varias religiones no católicas)[62].
En la entrevista con La
Stampa en 14/12/2013, Francisco dice:
“Hoy existe el
ecumenismo de la sangre. En algunos países matan a los cristianos porque
llevan consigo una cruz o tienen una Biblia; y antes de matarlos no les
preguntan si son anglicanos, luteranos,
católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada. Para los que matan somos
cristianos. Unidos en la sangre, aunque entre nosotros no hayamos logrado
dar los pasos necesarios hacia la unidad, y tal vez no sea todavía el tiempo.
La unidad es una gracia que hay que pedir. Conocí en Hamburgo a un párroco
que seguía la causa de beatificación
de un sacerdote católico que fue guillotinado por los nazis porque enseñaba el
catecismo a los niños. Después de él, en la fila de los condenados, había un pastor luterano y lo mataron por el
mismo motivo. Su sangre está mezclada. Ese párroco me contó que había ido a
ver al obispo y le había dicho: ‘Sigo con la causa, pero de los dos, no sólo
del católico’. [Francisco:] Este es
el ecumenismo de la sangre.”
En su decreto sobre el ecumenismo el Vaticano II
también enseña que los no-católicos dan testimonio de Cristo al derramar su
sangre. El siguiente párrafo implica que hay santos y mártires en las iglesias
no-católicas, lo cual es una herejía.
El documento del Vaticano II, Unitatis redintegratio #
4: “Por otra parte, es necesario que los católicos, con gozo, reconozcan y
aprecien en su valor los tesoros verdaderamente cristianos que, procedentes del
patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo
y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes
dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre…”
En base a esta enseñanza, Juan Pablo II amplía y repite
esta herejía muchas veces.
Juan Pablo II, Ut Unum Sint (# 1), 25 de mayo de
1995: “El valiente testimonio de tantos mártires de nuestro siglo,
pertenecientes también a otras Iglesias y Comunidades eclesiales no en plena
comunión con la Iglesia católica, infunde nuevo impulso a la llamada
conciliar y nos recuerda la obligación de acoger y poner en práctica su
exhortación.”
Juan Pablo II, Ut Unum Sint (# 84), 25 de mayo de
1995: “La comunión aún no plena de nuestras comunidades está en verdad
cimentada sólidamente, si bien de modo invisible, en la comunión plena de los
santos, es decir, de aquéllos que al final de una existencia fiel a la gracia
están en comunión con Cristo glorioso. Estos santos proceden de
todas las Iglesias y Comunidades eclesiales, QUE LES ABRIERON LA ENTRADA EN
LA COMUNIÓN DE LA SALVACIÓN.”
Todo esto es herejía pública innegable, claramente manifiesta y
formal. No católicos no se pueden salvar aun cuando derramen su sangre por
Cristo.
Papa Pelagio II, epístola (2), Vestrae dilectionis,
585: “No pueden permanecer con Dios los que no quisieren estar unánimes en la
Iglesia. Aun cuando ardieren entregados a las llamas de la hoguera;
aun cuando arrojados a las fieras den su vida, no será aquélla la corona de
la fe, sino el castigo de la perfidia; ni muerte gloriosa, sino
perdición desesperada. Ese tal puede ser muerto; coronado no puede serlo…”
Es un artículo de fe divina y católica que quienes no
están en la Iglesia católica, incluso si derramaran la sangre en nombre de
Cristo, no se pueden salvar.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, ex cathedra:
“…nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el
nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la
Iglesia católica.”
Este dogma definido solemnemente en el Concilio de
Florencia fue repetido por el Papa Pío XI:
Papa Pío XI, Rappresentanti en terra, # 99, 31 de
diciembre de 1929: “Se destaca notablemente en la vida de numerosos santos,
a quienes la Iglesia, y ella sola, produce, en quienes se realiza
perfectamente la finalidad de la educación cristiana…”
Es imposible imaginar una negación más específica y
explícita de este dogma particular que la hecha por Juan Pablo II en Ut unum
sint # 84, citada arriba.
Papa Gregorio XVI, Summo iugiter studio, 27 de
mayo de 1832: “Finalmente, algunas de estas personas descarriadas intentan
persuadirse a sí mismos y a otros que los hombres no se salvan sólo en la
religión católica, sino que incluso los herejes pueden obtener la vida
eterna.”
El 18 de marzo de 2013, Francisco le escribió al nuevo
líder de la secta anglicana[63]. Él llamó de “reverendo” al laico
Justin Welby, a pesar de que la Iglesia católica bajo el Papa León XIII
reafirmó, el 13 de septiembre de 1896, que el rito anglicano de ordenación es
totalmente inválido.
En su famosa bula, Apostolicae curae, el Papa León
XIII declaró solemnemente que las ordenaciones anglicanas son inválidas. Esto
significa que la secta anglicana no tiene sacerdotes u obispos válidos.
Papa León XIII, Apostolicae curae, 13 de
septiembre de 1896: “Por propia iniciativa y a ciencia cierta, pronunciamos
y declaramos que las ordenaciones hechas en rito anglicano han sido y son
absolutamente inválidas y totalmente nulas…”
Al hacer esta declaración solemne, debe entenderse que el
Papa León XIII no estaba invalidando las ordenaciones anglicanas, sino más bien
estaba declarando que eran inválidas debido a los defectos en el rito.
Los “sacerdotes” y “obispos” anglicanos son, por lo
tanto, laicos además de ser herejes y cismáticos. A pesar de ello, Francisco
dijo que Welby tiene un “ministerio pastoral” y lo llamó “Arzobispo” de
Canterbury, lo que significa que él cree que el líder de la herética y
cismática secta anglicana es el verdadero líder jurisdiccional de la verdadera
Iglesia para Canterbury, Inglaterra. También le pidió a este hereje y cismático
líder que rezara por él.
En su discurso del 14 de junio de 2013 para el cismático
Welby, Francisco le dio la bienvenida “no como huésped y forastero, sino como
conciudadano de los santos y de la familia de Dios”[64]. Francisco por
tanto enseña categóricamente que Welby, el no católico, a quien Francisco lo
calificó de “Vuestra Gracia”, es un miembro de la Iglesia de Cristo. Esta es
una herejía indignante. Francisco luego dice que él está “profundamente
agradecido” que el laico herético y cismático haya rezado por él. Francisco
continuó diciendo que tiene un profundo respeto por los anglicanos y que ahora
hay una mejor apreciación por la espiritualidad anglicana y sus llamadas
tradiciones litúrgicas.
Papa León XIII, Satis
cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien
no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al
otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”
Al igual como lo enseña el Vaticano II, Francisco
sostiene que los protestantes y los “ortodoxos” están dentro de la Iglesia de
Cristo, y que ellos no necesitan convertirse a la fe católica para la
salvación. Esto es herejía.
Papa Pelagio II, epístola (2) Dilectionis vestrae,
585: “El que no sustenta esta unidad de la Iglesia, ¿cree que tiene la fe? El
que abandona y resiste la cátedra de Pedro, sobre la cual se funda la Iglesia,
¿tiene seguridad de estar en la Iglesia?”
Francisco, Discurso al cismático “Papa ortodoxo” de
Alejandría, Egipto, 10 de mayo de 2013: “Santidad, al asegurarle de corazón mi oración para que toda la grey confiada a su
cuidado pastoral sea siempre fiel a la llamada del Señor, invoco la protección común de los santos
Pedro apóstol y Marcos evangelista”[65].
Francisco llama “Santidad” al cismático y dice que Dios
le ha confiado su grey a un cismático. También lo llama pastor, lo que
significa que él cree que el líder cismático es un verdadero líder
jurisdiccional de la única verdadera Iglesia de Cristo. Esto es herejía.
Papa León XIII, Satis cognitum, # 15, 29 de junio
de 1896: “Por donde se ve claramente que los obispos perderían el derecho y el
poder de gobernar si se separasen de Pedro o de sus sucesores. Por esta
separación se extirpan ellos mismos del fundamento sobre el que debe
sustentarse todo el edificio y se colocan fuera del mismo edificio.”
Los “ortodoxos” orientales son cismáticos que rechazan el
dogma del papado, lo que significa que ellos rechazan la suprema autoridad de
todos los Papas en la historia. Ellos rechazan el dogma de la infalibilidad
papa: la verdad de que el Papa enseña infaliblemente cuando habla desde la
cátedra de Pedro. Ellos rechazan el dogma de la Inmaculada Concepción, ellos
rechazan aceptar los 13 últimos concilios generales de la Iglesia Católica
romana. Ellos rechazan que el Espíritu Santo proceda de la Segunda Persona de
la Trinidad; ellos permiten el divorcio y el segundo matrimonio; y muchos de
ellos rechazan la Inmaculada Concepción.
En su discurso del 28 de junio de 2013 a la delegación de
la Iglesia cismática oriental “ortodoxa” de Constantinopla, Francisco les
suplica que recen por él diciendo: “En fin, les pido que recen por mí –
necesito de sus oraciones…”[66].
Francisco, Audiencia general, 19 de junio de 2013:
“… hoy, antes de salir de casa, estuve cuarenta minutos, más o
menos, media hora, con un pastor evangélico y rezamos juntos…”[67].
Papa San León Magno, Sermón 129: “Dondequiera que
sea, ya que fuera de la Iglesia católica nada existe perfecto, nada puro… Nos
no somos de ningún modo comparados con los que se separan de la unidad del
Cuerpo de Cristo; no estamos en comunión.”
En el libro Sobre el Cielo y la Tierra, p. 201,
Francisco recomienda que las distintas denominaciones deben “caminar juntos en
una diversidad reconciliada… en hacer cosas juntos, en rezar juntos… sin anular
las diversas tradiciones…”[68].
Aquí Francisco promueve la herejía de que no debemos
convertir a los no católicos, sino que caminar y rezar juntos con ellos sin
anular sus diversas tradiciones heréticas y cismáticas.
Estas son las palabras de un verdadero Papa, el Papa
Benedicto XIV, sobre exactamente el mismo tema:
Papa Benedicto XIV, Allatae sunt, #19, 26 de julio
de 1755: “En primer lugar, el misionero que se esfuerza con la ayuda de Dios de
traer de vuelta a la unidad a los griegos y cismáticos orientales, debe
dedicar todos sus esfuerzos de liberarlos de la única-objeción de las doctrinas
que están en desacuerdo con la fe católica.”
Papa Benedicto XIV, Allatae sunt, #19, 26 de julio
de 1755: “Porque la única obra confiada al misionero es la de
atraer al oriental a la fe católica…”
Francisco, hablando acerca de los cismáticos “ortodoxos”
en su entrevista del 19 de agosto de 2013, dice:
Francisco, Entrevista a la revista Razón y Fe, 19
de agosto de 2013, p. 17: “Tenemos que caminar unidos en las diferencias: no
existe otro camino para unirnos. El camino de Jesús es ese”[69].
Entonces para Francisco los cismáticos deben continuar en
su rechazo de las enseñanzas católicas y no necesitan convertirse.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 10, 6 de enero de
1928: “… la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que
procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de
Cristo…”[70].
En Lumen Gentium 15, el Vaticano II enseña la
herejía al pronunciarse sobre los que están unidos con la Iglesia. Si uno
tuviera que resumir las características de la unidad de la Iglesia Católica,
habría que decir que están unidos a la Iglesia los bautizados que aceptan la fe
católica en su totalidad y permanecen bajo el factor de unificación del Papado.
Dicho de otra manera: las personas que sin duda no están en unión con la
Iglesia Católica son los que no aceptan en su totalidad la fe católica y
el Papado. ¡Pero el Vaticano II enumero los dos criterios de unidad y
enseña todo lo contrario!
El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 15: “La
Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando
bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en
su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro.”
El Vaticano II dice que la Iglesia está unida con
aquellos que no aceptan la fe y el Papado. Esto es totalmente herético. Es
lo opuesto a lo enseñado por la Iglesia. Como veremos a continuación, es un
dogma que quienes rechazan el Papado, o cualquier parte de la fe, no están
unidos a la Iglesia Católica.
Papa Pío IX, Amantissimus (# 3), 8 de abril de
1862: “Hay otras pruebas, casi incontables, extraídas de los testigos más
confiables que clara y abiertamente testifican con gran fe, exactitud, respeto
y obediencia que todos los que quieren pertenecer a la verdadera y única
Iglesia de Cristo deben honrar y obedecer a esta Sede Apostólica y al Romano
Pontífice.”
Papa Pío VI, Charitas (# 32), 13 de abril de 1791:
“Por último, una palabra permanece junto a Nos. Porque nadie puede estar en
la Iglesia de Cristo sin estar unido con su cabeza visible y fundada en la Sede
de Pedro.”
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio
de 1896: “Tal ha sido constantemente la costumbre de la Iglesia, apoyada por el
juicio unánime de los Santos Padres, QUE SIEMPRE HAN MIRADO COMO EXCLUIDO DE
LA COMUNIÓN CATÓLICA Y FUERA DE LA IGLESIA A CUALQUIERA QUE SE
SEPARE EN LO MÁS MÍNIMO DE LA DOCTRINA ENSEÑADA POR EL MAGISTERIO AUTÉNTICO.”
En el verano de 2003, Juan Pablo II repudió de nuevo el
proselitismo para con los cismáticos orientales.
Juan Pablo II, exhortación apostólica post-sinodal Ecclesia
in Europa, 28 de junio de 2003: “Al mismo tiempo, quiero asegurar una
vez más a los pastores y nuestros hermanos y hermanas de las iglesias ortodoxas
que la nueva evangelización de ninguna manera debe confundirse con proselitismo…”
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, sesión 4, cap. 3, ex
cathedra: “Enseñamos, por ende, y declaramos, que la Iglesia Romana, por
disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas
las otras… Tal es la doctrina de la verdad católica, de la que nadie puede
desviarse sin menoscabo de su fe y salvación.”
Esta definición infalible del Vaticano I declara que todo
el que se desvíe del dogma del papado (que el Papa de Roma tiene el poder
soberano en la Iglesia de Cristo), como los cismáticos “ortodoxos” y los
protestantes no pueden conservar la fe y salvarse. En cambio, los antipapas de
la secta del Vaticano II nos dice que los cismáticos “ortodoxos” y los
protestantes no sólo pueden conservar la fe y la salvación al tiempo que niegan
el papado, sino que no deben creer en el papado.
En su escandaloso Directorio para la Aplicación de los
Principios y Normas del Ecumenismo (# 125), Juan Pablo II alienta el culto
interreligioso con los cismáticos orientales y declara: “… cualquier
insinuación de proselitismo debe ser evitada”. Juan Pablo II aprobó
el Directorio para la Aplicación de los Principios y Normas del Ecumenismo en Ut
unum sint # 58 y en otros lugares.
Hacer proselitismo es convertir al otro. Así, Juan Pablo
II dice que cualquier esfuerzo para convertir a los cismáticos orientales debe
ser evitado.
Se puede ver fácilmente la diferencia entre las dos
religiones: la religión católica enseña que debe ser aceptada toda su enseñanza
y que los no católicos deben ser convertidos. La religión no católica de Juan
Pablo II, Benedicto XVI, Francisco etc. enseña que la fe católica no tiene
sentido y que los no católicos no deben ser convertidos.
Walter Kasper, un miembro de alto rango de la Iglesia del
Vaticano II, entiende esto muy bien. Kasper fue nombrado “cardenal” y jefe del
Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos del Vaticano por Juan
Pablo II. Benedicto XVI confirmó a Kasper en su cargo como jefe de este
organismo. Expresando la opinión tanto de Juan Pablo II como de Benedicto XVI,
Kasper declaró:
“… Hoy en día ya no entendemos el ecumenismo en el
sentido de un retorno por el cual los otros deben ‘ser convertidos’ y volver a
ser ‘católicos’. Esto fue abandonado expresamente por el Concilio Vaticano II.”
Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio
de 1896: “No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis
que se debe guardar la fe romana.”
En su decreto sobre el ecumenismo, el Vaticano II
enseña también que los herejes y cismáticos orientales ayudan a crecer la
Iglesia.
El documento del Vaticano II, Unitatis redintegratio
(#s 13-15): “Nuestra atención se fija en las dos categorías principales de
escisiones que afectan a la túnica inconsútil de Cristo. Las primeras
tuvieron lugar en el Oriente, a resultas de las declaraciones dogmáticas de
los concilios de Efeso y de Calcedonia, y en tiempos posteriores por la ruptura
de la comunidad eclesiástica entre los patriarcas orientales y la Sede Romana
(…) Todos conocen con cuánto amor los cristianos orientales celebran el
culto litúrgico (…) Consiguientemente, por la celebración de la Eucaristía
del Señor en cada una de estas Iglesias, se edifica y crece la Iglesia de Dios,
y por la concelebración se manifiesta la comunión entre ellas.”
La Iglesia Católica enseña que los herejes son las
puertas del infierno.
Papa Vigilio, Segundo Concilio de Constantinopla,
553: “Estos asuntos han sido tratados con un curso completo de exactitud,
tenemos en cuenta lo que fue prometido para la Santa Iglesia y Aquel quien lo
dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (por
estos lo entendemos como las lenguas mortales de los herejes) (…) por
lo que contamos con el diablo, el padre de la mentira, las lenguas
incontroladas de los herejes y sus escritos heréticos, junto con los herejes
mismos que han persistido en su herejía hasta la muerte.”
Papa San León IX, In terra pax hominibus, 2 de
septiembre de 1053, al "Padre" de la ortodoxia oriental, Miguel
Cerulario, cap. 7: “La Santa Iglesia edificada sobre la piedra, esto es, sobre
Cristo, y sobre Pedro o Cefas, el hijo de Jonás, que antes se llamaba
Simón, porque en modo alguno había de ser vencida por las puertas del infierno,
es decir, por las disputas de los herejes, que seducen a los vanos para su
ruina.”
FRANCISCO EL
REVOLUCIONARIO LITÚRGICO
Aquí está una foto de Francisco celebrando una “misa”
modernista de niños con una bailarina litúrgica.
Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, p. 101: “En
el catolicismo, por ejemplo, muchas mujeres conducen una liturgia de la
palabra…”[71].
La práctica de niñas en el altar es una práctica que está
muy extendida en la Iglesia del Vaticano II. La presencia de niñas en el altar
fue condenada como algo malo por el Papa Benedicto XIV, el Papa San Gelasio y
el Papa Inocencio IV.
Papa Benedicto XIV, Allatae Sunt, 26 de julio de
1755: “El Papa Gelasio en su novena carta a los obispos de Lucania condenó
la funesta práctica que había introducido a mujeres sirviendo al
sacerdote en la celebración de la misa. Puesto que este abuso se había
extendido a los griegos, Inocencio IV lo prohibió estrictamente en su carta
al obispo de Tusculum: ‘Las mujeres no se atrevan a servir en el altar;
debe ser totalmente rechazado este ministerio’. Nosotros también hemos
prohibido esta práctica con las mismas palabras en nuestra tantas veces
repetida Constitución…”
El P. Antonio Spadaro S.J., director de La Civiltà
Cattolica, realizó una entrevista con el Francisco de más de seis horas durante
tres sesiones los días 19, 23 y 29 de Agosto de 2013. La entrevista es
publicada hoy por varias revistas jesuitas de Europa y América. Transcribimos
una respuesta de Francisco:
“El Vaticano II
supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea.
Produjo un movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo
Evangelio. Los frutos son enormes.
Basta recordar la liturgia. El trabajo de reforma litúrgica hizo un
servicio al pueblo... del Concilio
[el Vaticano II], es absolutamente irreversible.”
Francisco, el antipapa de la secta del Vaticano II, 2013: “El Vaticano II… Los frutos son enormes. Basta recordar la liturgia… del
Concilio [el Vaticano II], es absolutamente irreversible.”
Yves Marsaudon, francmasón del rito escocés grado 33,
1965: “… la audaz idea de la libertad de pensamiento (…) – aquí se puede
hablar verdaderamente de una revolución [del Vaticano II] que viene de nuestras
logias masónicas – ha expandido magníficamente sus alas sobre la cúpula de San
Pedro.”
El Vaticano II fue un concilio que se celebró entre los
años 1962 a 1965. El Vaticano II fue un falso concilio que constituyó una
revolución contra los 2000 años de enseñanza y tradición católica. El Vaticano
II contiene varias herejías que fueron directamente condenadas por los Papas y
concilios infalibles del pasado. El Vaticano II se propuso dar a los católicos
una nueva religión. En el período después del Vaticano II, se produjo cambios
masivos en todo aspecto de la fe católica, incluso la implementación de una
Nueva Misa.
Ver: La Revolución en el Concilio Vaticano II (1962-1965).
(Antes del Vaticano
II) (Después
del Vaticano II)
También el Vaticano II introdujo nuevas prácticas e
instauró una nueva visión con respecto a las otras religiones. La Iglesia
católica no puede cambiar su enseñanza sobre las otras religiones y cómo ella
considera a las otras religiones, ya que aquello son verdades de fe entregadas
por Jesucristo. El Vaticano II intentó cambiar esas verdades de la Iglesia
católica.
El Vaticano II fue convocado por Juan XXIII y fue
solemnemente promulgado y confirmado por Pablo VI el 8 de diciembre de 1965. El
Vaticano II no fue un concilio general o ecuménico de la Iglesia Católica
porque fue convocado y confirmado por herejes manifiestos (Juan XXIII y Pablo
VI), quienes no fueron elegibles para la elección papal (véase la Constitución
Apostólica de Pablo VI abajo citada). Los frutos del Vaticano II son evidentes
para todos. Cualquier católico honesto que haya vivido antes del concilio y lo
compara con la religión en su propia diócesis, puede atestiguar el hecho de que
el Vaticano II inauguró una nueva religión.
Ver: La Verdad de lo que
Realmente Ocurrió a la Iglesia Católica Después del Vaticano II.
Una «Misa» post-Vaticano II
Por supuesto, Francisco ha dado la “comunión” en la mano
toda su vida.
El Antipapa Francisco es un enemigo feroz de la Misa
tradicional. Él es quizás el mayor enemigo de la Misa tradicional entre los
“cardenales”. Él es considerado como una opción de pesadilla para los falsos
tradicionalistas que aceptan los antipapas.
El “cardenal”
Bergoglio dando la “comunión” en la mano
Francisco nunca ha oficiado una misa válida, no solo
porque la que él ofrece es la Nueva Misa inválida, sino también porque él fue
“ordenado” el 13 de diciembre de 1969 con el nuevo rito inválido de ordenación.
Francisco, como su predecesor Benedicto XVI, fue “consagrado obispo” en el
nuevo rito inválido de consagración. Un verdadero Papa es el obispo de Roma.
Francisco no es un obispo. Esa es otra razón por la que él no es el Papa.
Ver: Por
qué la Nueva Misa y Nuevo Rito de la Ordenación es Inválida.
LOS MASONES
APOYAN A FRANCISCO
Francisco recientemente fue elogiado por el gran maestre
de la Gran Logia Oriental de Italia[72] y el de la Argentina[73].
Ellos públicamente apoyaron la elección de Francisco como el nuevo antipapa.
En esta foto de Francisco, podemos ver que él da lo que
parece ser la señal del maestro del segundo velo en la masonería.
Este es claramente un gesto de mano dado por los masones
a través de la historia. No extrañaría si se descubriera que Francisco es un
masón, porque sus creencias manifestadas por palabras y hechos en realidad son
masónicas. La enseñanza principal de la masonería es que todas las religiones
conducen a Dios. Como claramente lo probamos en este breve resumen de Francisco
– esto es exactamente lo que él cree.
Papa León XIII, Custodi
di Quella fede (# 15), 8 de diciembre de 1892: “Todos deben evitar la
familiaridad o amistad con cualquiera que sea sospechoso de pertenecer a la
masonería o a grupos afiliados. Conocedlos por sus frutos y evitadlos. Debe
evitarse toda familiaridad, no sólo con aquellos impíos libertinos que promueven
abiertamente el carácter de la secta, sino también con aquellos que
se esconden bajo la máscara de la tolerancia universal, el respeto a todas las
religiones…”
En resumen, Francisco firmemente cree y enseña las mismas
herejías que han sido promovidas por los otros antipapas del Vaticano II.
Francisco es un completo hereje y un apóstata. El dogma católico define que un
hereje no es miembro de la Iglesia católica. Es, por lo tanto, infalible que
Francisco no es un Papa válido, sino un hereje antipapa no católico.
La Iglesia
católica enseña que un hereje dejaría de ser el Papa, y que un hereje no puede
ser elegido válidamente como un Papa
La Enciclopedia Católica, “Herejía”,
1914, vol. 7, p. 261: “El mismo Papa, si fuere notoriamente culpable de
herejía, dejaría de ser el Papa porque dejaría de ser miembro de la
Iglesia”[74].
La herejía es un rechazo o duda obstinada de un dogma de
la fe divina y católica, hecho por una persona bautizada. En otras palabras,
una persona bautizada que niega deliberadamente una enseñanza dogmática
de la Iglesia Católica es un hereje.
Martín Lutero, quizás uno de los herejes más notorios en la historia de la Iglesia,
enseñó la herejía de la justificación solo por la fe, entre otras cosas
Además de los antipapas que reinaron en Roma debido a las
elecciones no canónicas, la Iglesia Católica enseña que si un Papa se convierte
en un hereje él perdería automáticamente su cargo u oficio y dejaría de ser el
Papa. Esta es la enseñanza de todos los doctores y padres de la Iglesia que han
hablado sobre este tema:
San Roberto Belarmino, Cardenal y Doctor de la Iglesia,
De Romano Pontifice, II, 30: “Un Papa que se manifieste hereje, por
ese mismo hecho (per se) cesa de ser Papa y cabeza, así
como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de la Iglesia. Por
tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la
enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes
manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción”. San Roberto Belarmino, De Romano Pontifice, II,
30: “Este principio es de lo más cierto. El que no es cristiano no puede
de ninguna manera ser Papa, como Cayetano lo dijo (ib. c. 26). La razón por
esto es que no puede ser cabeza de lo que no es miembro; ahora quien no
es cristiano no es miembro de la Iglesia, y quien se manifieste hereje no
es un cristiano, como claramente se enseña por San Cipriano (lib. 4, epíst.
2), San Atanasio (Cont. arria.), San Agustín (lib. De great. Christ.), San
Jerónimo (contra Lucifer), entre otros; por lo tanto, el hereje manifiesto
no puede ser Papa”. San Francisco de Sales (siglo XVII), Doctor de la
Iglesia, «The Catholic Controversy» (La Controversia Católica),
edición inglesa, pp. 305-306: “Ahora, cuando él [el Papa] es
explícitamente hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia...”. San Antonino (1459): “En el caso en que el Papa se
convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna
otra sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo
no puede, siempre y cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma
entidad de la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que se separara de la
Iglesia por la herejía por ese mismo hecho en sí dejaría de ser la cabeza de
la Iglesia. No puede ser un hereje y permanecer siendo Papa, porque, desde
que está fuera de la Iglesia, no puede poseer las llaves de la Iglesia”.
(Summa Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.) |
De que un hereje no puede ser Papa tiene sus raíces en el
dogma de que los herejes no son miembros de la Iglesia Católica
Cabe señalar que la enseñanza de los santos y doctores de
la Iglesia, citada anteriormente – que un Papa que se convierte en un hereje
automáticamente dejaría de ser el Papa – tiene sus raíces en el dogma infalible
de que un hereje no es miembro de la Iglesia Católica.
Papa Eugenio IV, El Concilio de Florencia,
“Cantate Domino”, 1441: “La Santa Iglesia Romana cree firmemente, profesa y
enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia Católica,
no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes
y cismáticos, jamás compartirán la vida eterna, e irán irremediablemente al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, a no ser que se hayan
unido a la Iglesia antes de morir…”[75].
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (# 23), 29
de junio de 1943: “Puesto que no todos los pecados, aunque graves, separan
por su misma naturaleza al hombre del cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el
cisma, la herejía o la apostasía”[76].
Podemos ver que es enseñanza de la Iglesia católica que
un hombre se separa de la Iglesia por la herejía, el cisma, o la apostasía.
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio
de 1896: “Tal ha sido constantemente la costumbre de la Iglesia, apoyada por el
juicio unánime de los Santos Padres, que siempre han mirado como excluido de
la comunión católica y fuera de la iglesia a cualquiera que se separe en lo más
mínimo de la doctrina enseñada por el magisterio auténtico”[77].
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9), 29 de junio
de 1896: “De que alguno diga que no cree en esos errores (esto es, las herejías
que acaba de enumerar), no se sigue que deba creerse y decirse cristiano
católico. Pues puede haber y pueden surgir otras herejías que no están
mencionadas en esta obra, y cualquiera que abrazase una sola de ellas
cesaría de ser cristiano católico”[78].
Papa Inocencio III, Eius ejemplo, 18 de diciembre
de 1208: “De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia,
no de herejes, sino la Santa, Romana, Católica y Apostólica, fuera de
la cual creemos que nadie se salva”[79].
Así, no es meramente una opinión de ciertos santos y
doctores de la Iglesia que un hereje dejaría de ser un Papa; es un hecho
inextricablemente unido con la enseñanza dogmática. Una verdad
inextricablemente unida con un dogma se le llama un hecho dogmático. Por
lo tanto, es un hecho dogmático de que un hereje no puede ser el Papa. Un
hereje no puede ser el Papa, ya que uno quien está fuera no puede ser cabeza de
lo que él no es miembro.
Papa León XIII, Satis Cognitum (#15), 29 de junio de
1896: “Nadie, pues, puede tener parte en la autoridad si no está unido a Pedro,
pues sería absurdo pretender que un hombre excluido de la Iglesia tuviese
autoridad en la Iglesia”[80].
El Papa Pablo
IV publicó una bula papal declarando solemnemente que la elección de un
hereje como Papa es nula e inválida En 1559, el Papa Pablo IV publicó toda una Bula Papal
tratando con el tema y la posibilidad de un hereje que podría ser elegido
como Papa. |
(Papa Pablo IV)
En el tiempo que Pablo IV público la Bula (citada abajo),
había rumores de que uno de los cardenales era un protestante en secreto. Para
poder evitar una elección de tal hereje al Papado, el Papa Pablo IV declaró
solemnemente que un hereje no podría ser elegido válidamente Papa.
Abajo están los fragmentos pertinentes de la Bula.
Papa Pablo IV, de la Bula Cum ex Apostolatus Officio,
15 de febrero de 1559: “1… dado que donde surge un peligro mayor, allí más
decidida debe ser la providencia para impedir que falsos profetas y otros
personajes que detentan jurisdicciones seculares no tiendan lamentables lazos a
las almas simples y arrastren consigo hasta la perdición innumerables pueblos
confiados a su cuidado y a su gobierno en las cosas espirituales o en las
temporales; y para que no acontezca algún día que veamos en el lugar Santo la
abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel; con la ayuda
de Dios para Nuestro empeño pastoral, no sea que parezcamos perros mudos, ni
mercenarios, o dañados los malos vinicultores, anhelamos capturar las zorras
que tientan desolar la Viña del Señor y rechazar los lobos lejos del rebaño…
6. Agregamos, [por esta Nuestra Constitución, que debe
seguir siendo válida en perpetuidad, Nos promulgamos, determinamos, decretamos
y definimos:] que si en algún tiempo aconteciese que un obispo, incluso
en función de arzobispo, o de patriarca, o primado; o un cardenal, incluso en
función de legado, o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al
cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la fe católica, o
hubiese caído en herejía:
(i) o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción
o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos
los cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto;
(ii) y de ningún modo puede considerarse que tal asunción
haya adquirido validez, por aceptación del cargo y por su consagración, o por
la subsiguiente posesión o cuasi posesión de gobierno y administración, o por
la misma entronización o adoración del Pontífice Romano, o por la obediencia
que todos le hayan prestado, cualquiera sea el tiempo transcurrido después de
los supuestos antedichos.
(iii) Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna
de sus partes…
(vi) los que así hubiesen sido promovidos y hubiesen
asumido sus funciones, por esa misma razón y sin necesidad de hacer ninguna
declaración ulterior, están privados de toda dignidad, lugar, honor, título,
autoridad, función y poder…
10. Por lo tanto, a hombre alguno sea lícito infringir
esta página de Nuestra Aprobación, Innovación, Sanción, Estatuto, Derogación,
Voluntades, Decretos, o por temeraria osadía, contradecirlos. Pero si
alguien pretendiese intentarlo, sepa que habrá de incurrir en la indignación de
Dios Omnipotente y en la de sus santos Apóstoles Pedro y Pablo.
Dado en Roma, junto a San Pedro, en el año de la
Encarnación del Señor 1559, XV anterior a las calendas de Marzo, año 4º de
nuestro Pontificado.
+ Yo, Pablo, Obispo de la Iglesia católica…”
Con la plenitud de su autoridad papal, el Papa Pablo IV
declaró que la elección de un hereje es inválida, incluso si hubiera ocurrido
con el acuerdo unánime de los cardenales y aceptado por todos.
El Papa Pablo IV también declaró que él estaba haciendo
esta declaración con el fin de que no aconteciera algún día la llegada de la
abominación de la desolación en el Lugar Santo, predicha por el profeta Daniel.
Esto es asombroso, y parece indicar que el mismo Magisterio está conectando la
venida eventual de la abominación de la desolación en el Lugar Santo (Mateo
24,15) con un hereje fingiendo ser el Papa – quizás porque el hereje
fingiendo ser el Papa nos daría la abominación de la desolación en el Lugar
Santo (la Nueva Misa), como nosotros creemos es el caso, o porque el mismo
antipapa herético constituiría la abominación de la desolación en el Lugar Santo.
La Enciclopedia Católica repite esta verdad declarada por el
Papa Pablo IV, afirmando que la elección de un hereje como Papa, por supuesto,
sería completamente nula e inválida.
La Enciclopedia Católica, “Las
Elecciones Papales”, 1914, Vol. 11, p. 456: “Desde luego, la elección de
un hereje, de un cismático, o de una mujer [como Papa] será nula e
inválida”[81].
En consonancia con la verdad de que un hereje no puede
ser el Papa, la Iglesia enseña que a los herejes no se les puede rezar en el
canon de la Misa
A un Papa se le reza en la oración Te Igitur del
canon de la Misa, pero la Iglesia también enseña que a los herejes no se les
puede rezar en el canon de la Misa. Si un hereje puede ser un verdadero Papa,
entonces tendríamos un dilema insoluble. Pero en realidad no es un dilema, ya
que un hereje no puede ser un Papa válido:
Libellus professionis fidei, 2 de abril de
517, profesión de la fe prescrita bajo del Papa San Hormisdas: “Y por tanto,
espero merecer hallarme en una sola comunión con vosotros, la que predica la
Sede Apostólica, en la que está la íntegra, verdadera y perfecta solidez de la
religión cristiana; prometiendo que en adelante no he de recitar entre los
sagrados misterios los nombres de aquellos que están separados de la comunión
de la Iglesia católica, es decir, que no sienten con la Sede Apostólica. Y
si en algo intentare desviarme de mi profesión, por mi propia sentencia me
declaro cómplice de los mismos que he condenado. Y esta mi profesión, yo la he
firmado de mi mano y la he dirigido a ti, HORMISDAS, santo y venerable Papa de
la ciudad de Roma”[82].
Papa Benedicto XIV, Ex Quo Primum (# 23), 1 de
marzo 1756: “Además los herejes y cismáticos están sujetos a la censura de
la mayor excomulgación por la ley del Can. de Ligu. 23, pregunta 5, y de Can.
Nulli, 5, dist. 19. Pero los sagrados cánones de la Iglesia prohíben la
oración pública por los excomulgados como se puede ver en el capítulo A nobis,
2, y cap. Sacris de la sentencia de excomunión. Aunque esto no prohíbe la
oración para su conversión, aun así tales oraciones no pueden tomar forma
por proclamar sus nombres en la oración solemne durante el Sacrificio de la
Misa”[83].
Papa Pio IX, Quartus Supra # 9, 6 de enero de
1873: “Por esta razón, el obispo de Constantinopla, Juan, declaró solemnemente
– y después todo el octavo Concilio Ecuménico hizo lo mismo – ‘que los nombres
de los que fueron separados de la comunión con la Iglesia católica, es decir,
de aquellos que no quisieron estar de acuerdo con la Sede Apostólica con todo
los asuntos, no deben ser nombrados durante los sagrados misterios’”[84].
Puntos
concluyentes sobre Francisco
Por tanto, la pregunta que todo el que profese ser
católicos debe hacerse es la siguiente: ¿ Francisco fue
el jefe de la Iglesia católica? ¿O fue Francisco, pieza de una religión
diferente? Si Francisco era pieza de una religión diferente - ¿y quién se
atrevería a negar esto a la luz de la evidencia clara y contundente que
acabamos de presentar? - entonces él no pudo haber sido el jefe de la Iglesia
católica.
San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia: “De hecho, sería
uno de los más extraños monstruos que se podría ver; que el jefe de
la Iglesia no fuera de la Iglesia.”
Hemos probado fuera de toda duda que Francisco fue un
hereje manifiesto. Puesto que era un hereje, él no pudo haber sido un Papa válidamente
elegido. Él fue un antipapa no católico. Como ya hemos citado, el Papa
Pablo IV enseñó solemnemente en su bula Cum ex apostolatus officio, del
15 de febrero de 1559, que es imposible que un hereje sea un Papa legítimamente
electo.
Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre
de 1208: “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una
sola Iglesia, no la de los herejes, sino la Santa Iglesia, Romana,
Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse.”
(Denz. 423)
San Francisco de Sales (siglo XVII), Doctor de la
Iglesia, The Catholic Controversy [La Controversia Católica],edición
inglesa, pp. 305-306: “Ahora bien, cuando él [el Papa] es
explícitamente un hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la
Iglesia…”
San Roberto Belarmino (1610), Doctor de la Iglesia: “Un
Papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho (per se) cesa
de ser Papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y
miembro de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la
Iglesia. Esta es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que
enseñaban que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción.”
San Roberto Belarmino: “Este principio es de lo más cierto.
El que no es cristiano no puede de ninguna manera ser Papa, como Cayetano
lo dijo (ib. c. 26). La razón de esto es que alguien no puede ser cabeza de lo
que no es miembro. Ahora bien, el que no es cristiano no es miembro de la
Iglesia, y el que se manifieste hereje no es un cristiano, como
claramente lo enseñan San Cipriano (lib. 4, epíst. 2), San Atanasio (Cont.
arria.), San Agustín (lib. De great. Christ.), San Jerónimo (contra Lucifer),
entre otros; por lo tanto, el hereje manifiesto [fuero externo, público,
etc.] no puede ser Papa.”
San Alfonso de Ligorio (1787), Doctor de la Iglesia: “Si
alguna vez un Papa, como persona privada, cayera en herejía, él perdería
inmediatamente el pontificado.”
San Antonino (1459): “En el caso en que el Papa se
convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra
sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada de un cuerpo no
puede, siempre y cuando se mantenga separado, ser cabeza de la misma entidad de
la que fue cortada. Por lo tanto, un Papa que se separare de la Iglesia por la
herejía por ese mismo hecho dejaría de ser la cabeza de la Iglesia. No puede
ser un hereje y seguir permaneciendo Papa, porque, desde que está fuera de la
Iglesia, no puede poseer las llaves de la Iglesia.” (Summa Theologica,
citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.)
Profecía de San Malaquías de los Papas y Antipapas
En este artículo se habla de la profecía de San Malaquías
de los Papas y Antipapas. También discute cómo Francisco concuerda con la profecía de San
Malaquías sobre ‘Pedro el Romano’.
La Profecía de San Malaquías sobre ‘Pedro el Romano’ - Antipapa Francisco
Una de las
predicciones más conocidas de la historia católica es la profecía de los papas
y antipapas que se atribuye a San Malaquías. San Malaquías fue un obispo
católico nacido en Irlanda en 1094. Él murió en presencia de su buen amigo, San
Bernardo, en 1148. San Bernardo dijo que San Malaquías predijo el día y la hora
de su propia muerte. San Malaquías fue canonizado en 1190, y una lectura de su
fiesta menciona que él fue bendecido con el don de profecía.
La Enciclopedia
Católica de 1913, bajo el título “Profecía”, dice que San Malaquías fue
llamado a Roma en 1139 por el Papa Inocencio II. Cuando estaba en Roma, se
relata que San Malaquías experimentó una visión de los futuros reclamantes al
papado hasta la segunda venida de Jesucristo. San Malaquías escribió 112 breves
frases en latín que describen todos estos futuros reclamantes al papado –
dándoles títulos tanto a los papas como a los antipapas. Se dice que este
documento fue guardado en los archivos secretos del Vaticano y no fue sino
hasta 1556 que fue descubierto por un bibliotecario del Vaticano. El documento
fue publicado por primera vez 39 años más tarde en 1595 por el historiador
Arnoldo de Wion, en un libro titulado Árbol de la Vida. De Wion fue
asistido en su traducción del documento por Alfonso Chacón, un conocido
estudioso de los manuscritos medievales. Chacón fue el encargado de autenticar
el documento y de asegurarse de que no se trataba de una falsificación. Después
de examinar el documento, Chacón lo verificó como auténtico.
Árbol de la
Vida por Arnoldo de Wion.
Si bien Dios
aparentemente le mostró a San Malaquías los diferentes hombres que, en el
futuro, se presentarían como los líderes de la Iglesia Católica, no
necesariamente le reveló a San Malaquías si esos futuros pretendientes al
papado eran buenos o malos; y no le reveló si eran verdaderos papas o
antipapas. A San Malaquías simplemente se le mostró a los hombres que, hasta el
final de la historia humana, se presentarían ante el mundo como los líderes de
la Iglesia Católica. Además, como la humanidad se desplazó más y más cerca del
fin del mundo, Dios quiso que la gente, en los últimos días, tuviese alguna
idea de lo cerca que estaba la segunda venida de Cristo.
Las
descripciones de San Malaquías de los futuros pretendientes al papado suelen
incluir al menos una o más de las siguientes cosas sobre los reclamantes:
Su escudo de
armas; su escudo de armas familiar; su nombre de nacimiento o el lugar de
nacimiento o las ciudades en las que viviría durante su vida. San Malaquías
también describió los principales personajes o acontecimientos que
ensombrecerían los reinados de algunos de los reclamantes al papado.
Como lo
mencionamos, las profecías de San Malaquías se publicaron por primera vez en
1595. Existe una controversia sobre las predicciones anteriores a 1595 de San
Malaquías. Muchos creen que, dado que la lista de San Malaquías sólo estuvo
disponible al público por primera vez en 1595, las predicciones referentes a
los reclamantes de antes de 1595, no constituyen una prueba de autenticidad.
Además, algunos creen que, dado que la profecía de San Malaquías no se hizo
pública hasta cientos de años después de la primera vez que se informó de ella,
existen dudas acerca de toda la profecía.
El Codex Vaticanus
Sin embargo,
una buena respuesta a esta objeción se puede encontrar al considerar un
manuscrito bíblico muy importante llamado Codex Vaticanus. El Codex
Vaticanus es considerado como la copia más antigua de una Biblia casi
completa. Ella fue producida originalmente a finales del siglo cuarto, pero su
origen fue incierto por más de mil años, hasta que fue identificado en la
biblioteca del Vaticano en el siglo XV.
Por tanto, el Codex
Vaticanus (al igual que el documento de San Malaquías) fue descubierto en
el Vaticano, después de haber estado perdido por un período de tiempo
extremadamente largo. Sin embargo, los eruditos bíblicos suelen aceptar el Codex
Vaticanus como auténtico a pesar de su paradero incierto por más de mil
años después de su producción original – un período de tiempo mucho más largo
del que estuvo perdido el documento de San Malaquías. No obstante, puesto que
hay controversia sobre las profecías de San Malaquías antes de 1595, no vamos a
considerar algunos ejemplos de sus predicciones que se refieren los reclamantes
papales antes de 1595, sino sólo aquellos después de 1595.
San Malaquías
describe al Papa Inocencio X (1644-1655) como “Jucunditas crucis” – “Alegría de
la cruz”. Es muy interesante que Inocencio X fuera elegido Papa en la fiesta de
la Exaltación de la Cruz, tras un largo y difícil cónclave.
San Malaquías
describe al Papa Pío VI (1775-1799) como “Peregrinus Apostolicus” – “Viajero
Apostólico”. Durante su reinado, Pío VI viajó a Alemania para reunirse con el
emperador José II. En los dos últimos años de su reinado, se vio obligado por
los revolucionarios a huir de Roma. Después de un viaje muy difícil en los
Alpes, murió en Francia. Fue sin duda un viajero.
San Malaquías
describe al Papa Pío VII (1800-1823) como “Aquila rapax” – “Águila codiciosa”.
El reinado de este Papa se vio ensombrecido por Napoleón, cuyo símbolo era un
águila. El reinado completo de Napoleón como emperador fue durante el reinado
de Pío VII como Papa. Napoleón y Pío VII estuvieron siempre en conflicto;
Napoleón exigía que el Papa cumpliera con sus exigencias. Después que Pío VII
excomulgó a Napoleón, él fue secuestrado y encarcelado por los oficiales de
Napoleón. Finalmente Napoleón llegó a un acuerdo con Pío VII que pesó mucho en
su favor.
San Malaquías
describe al Papa Pío IX (1846-1878) como “Crux de cruce” – “Cruz de la cruz”.
Pío IX fue el último Papa que gobernó los Estados Pontificios. Él terminó como
un prisionero en el Vaticano después de que la Casa de Saboya (cuyo escudo es
una cruz blanca) reunificó a Italia y le arrebató a Pío IX su control de los
estados pontificios.
San Malaquías
describe al Papa León XIII (1878-1903) como “Lumen in caelo” – “Luz en el
cielo”.
El escudo de armas del Papa
León XIII tenía un cometa en el cielo,
cumpliendo la profecía de San Malaquías
“Luz en el Cielo”
El escudo de
armas del Papa Leo XIII tiene un cometa en el cielo. Los obispos de la Iglesia
Católica crean un escudo de armas. El Papa León XIII fue nombrado obispo el 19
de febrero de 1843. Eso significa que León XIII tuvo un escudo de armas en el
que aparecía un cometa en el cielo, 35 años antes de convertirse en Papa en
1878. Él se identificaba, por tanto, con una “luz en el cielo” mucho antes que
se convirtiera en Papa o que él supiera que se convertiría en Papa.
San Malaquías
describe al Papa Pío X (1903-1914) como “Ignis ardens” – “Fuego ardiente”. El
reinado de Pío X vio la guerra ruso/japonesa, la Revolución Mexicana y la
Primera y Segunda Guerra de los Balcanes. Fue también al final de su reinado
que comenzó la Primera Guerra Mundial, que puso a Europa en llamas de fuego.
San Malaquías
describe a Benedicto XV (1914-1922) como “Religio depopulata” – “Religión
devastada”, Benedicto XV reinó durante la Primera Guerra Mundial y la
revolución comunista en Rusia, que costaron la muerte de millones de católicos.
En la página 328 del libro Memorias de Mijaíl Gorbachov, él dice que el
estado comunista soviético devastó la religión al emprender una amplia “guerra
contra la religión”.
San Malaquías describe al Antipapa Juan XXIII (1958-1963)
como “Pastor & nauta” – “Pastor y navegante”. Durante su reinado, Juan
XXIII usaría frecuentemente ornamentos que representaban un gran velero.
También fue “Patriarca de Venecia” desde 1953 hasta su “elección”
como antipapa en el cónclave de octubre de 1958.
San Malaquías
describe al Antipapa Pablo VI (1963-1968) como “Flos florum” – “Flor de las
flores”. Curiosamente, Pablo VI tenía tres flores de lis en su escudo de armas.
San Malaquías
describe al Antipapa Juan Pablo I (26 de agosto al 28 septiembre de 1978) como
“De medietate lunae” – “De la media luna”. Juan Pablo I comenzó su reinado el
26 de agosto de 1978, cuando la luna apareció exactamente a la mitad. De manera
que él literalmente comenzó su reinado “desde la media luna”. Juan Pablo I
también proviene de la diócesis de Belluno, que significa “bella luna”.
San Malaquías
describe al Antipapa Juan Pablo II (1978-2005) como “De labore solis” – “Del
eclipse solar”. Juan Pablo II nació el 18 de mayo de 1920, el día de un eclipse
solar. En el día de su funeral, el 8 de abril de 2005, también hubo un eclipse
de sol. Este es un sorprendente cumplimiento de la profecía de San Malaquías.
El 19 de
septiembre de 1846, la Santísima Virgen María se apareció a dos niños en La
Salette, Francia y predijo que: “Roma
perderá la fe y se convierten en la sede del anticristo. … la Iglesia será
eclipsada”. Nuestra Señora predijo que fuera de un remanente de católicos
que preservarán la verdadera fe, la mayoría de las personas no verán o
encontrarán el verdadero catolicismo, una de las razones será porque la Iglesia
parecerá estar dominada, bloqueada o eclipsada por algo. Ese algo fue Juan
Pablo II. Él fue el eclipse de la Iglesia Católica.
Las
predicciones hechas por Nuestra Señora en La Sallete y en Fátima, en relación
con lo que pasaría a la Iglesia Católica, están tratadas en detalle en nuestro
video: El Tercer Secreto de Fátima.
Según San
Malaquías, el reclamante final al papado es descrito como “Petrus Romanus” –
Pedro el Romano.
San Malaquías
dice sobre el último reclamante que:
“In persecutione extrema S.R.E. sedebit Petrus Romanus,
qui pascet oves in multis tribulationibus: quibus transactis civitas
septicollis diruetur, & judex tremendus judicabit populum suum. Finis”.
“En la última persecución de la Santa Iglesia Romana, se
sentará Pedro el Romano, quien alimentará a la grey en muchas tribulaciones: y
cuando estas cosas hayan terminado, la ciudad de las siete colinas [Roma] será
destruida y el Juez terrible juzgará a su pueblo. Fin”.
Recuerde que
San Malaquías predijo a los papas y antipapas, cualquiera que reclame ser el
Obispo de Roma. La razón por la que San Malaquías lo llama Pedro el Romano es
porque San Pedro, como obispo de Roma y primer Papa, tuvo el nombre de Pedro, y
San Malaquías llama al último hombre que reclama ser el Obispo de Roma por el
mismo nombre – Pedro. Y como Francisco, según la lista de San Malaquías, es el
reclamante final a la Sede Romana antes de la destrucción de Roma, él lo llama
Pedro el Romano.
Otra razón por
la que San Malaquías llama a Francisco el Romano es porque Francisco ha hecho
hincapié al título de “Obispo de Roma” de una manera única. El Antipapa
Francisco, por lo general, ha evitado el título de Papa y los demás títulos
asociados con los reclamantes al Papado. El directorio oficial del Vaticano
enlista varios de estos diferentes títulos para los reclamantes al Papado, pero
Francisco los rechazó todos excepto el único título de “Obispo de Roma”, que él
solicitó específicamente.
Francisco ha
subrayado de una forma poco común, que él está simplemente actuando como si su
autoridad estuviese limitada localmente a Roma. De hecho, sus primeras palabras
después de su “elección”, Francisco explícitamente declaró que el deber del
cónclave fue “dar un obispo a Roma”. Francisco es quizás el único reclamante en
la historia que hace mención del título “Obispo de Roma” en sus primeras
palabras al mundo justo después de su “elección”. Por lo tanto, él era
identificado inmediatamente con Roma o de una manera en particular como siendo
un romano.
“Llamó la atención el que, en sus primeras apariciones,
él se haya referido repetidamente a sí mismo como el obispo de Roma en vez de
enfatizar su papel como una figura de autoridad en la Iglesia universal”.
También,
Francisco ha sido el primer reclamante en la historia que ha firmado su nombre,
en el directorio oficial del Vaticano, en italiano en vez de latín. El italiano
es el idioma de los romanos modernos (que Francisco habla perfectamente). En
cambio el latín, es el idioma de la Iglesia para todo el mundo. Este es otro
ejemplo de cómo Francisco destaca singularmente un papel como romano o local,
en vez de universal. Es interesante que Francisco eligió el nombre del santo
más conocido en Italia - San Francisco de Asís. La ciudad de Asís se ubica a
dos horas de Roma. Durante su vida San Francisco fue a Roma, y el segundo
nombre de San Francisco, al igual que el de su padre, curiosamente era Pedro.
San Malaquías
también dice que Pedro el Romano alimentará a la gente durante muchas
tribulaciones. Es interesante que si bien al Antipapa Francisco no le importa
si alguien rechaza a Jesucristo o la fe católica, no obstante él dice que sí le
preocupa alimentar físicamente a las personas necesitadas. En la página 129 de
la edición inglesa de su libro publicado en el 2010, Conversaciones con
Jorge Bergoglio, Francisco dice que el pecado cometido por Argentina, es el
no hacerse cargo de la gente que no tiene pan, ni trabajo. Pero él no dice nada
al respecto de los pecados contra a Dios y la fe.
Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 129,
edición inglesa: “... es un problema de pecado. Desde hace unos cuantos años,
la Argentina vive una situación de pecado, porque no se hace cargo de la gente
que no tiene pan, ni trabajo.”
Si bien al
Antipapa Francisco no le importa si alguien rechaza a Jesucristo o la fe
católica, no obstante él dice que sí le preocupa alimentar físicamente a las
personas necesitadas.
Si llegasen a
ocurrir tribulaciones en el mundo, en las cuales las personas se encontrarían
sin comida y otras necesidades, lo más probable es que Francisco vaya al
extremo de alimentar a estas personas, y por ende, sería el cumplimiento de lo
que dice San Malaquías: “quien alimentará a la grey en muchas tribulaciones”.
Los no
católicos que creen en las profecías de San Malaquías, pero rechazan a la
Iglesia Católica Romana, deben considerar profundamente lo que dice San
Malaquías. Él refiere a la “Iglesia Romana” – que todo el mundo admite es la
Iglesia Católica Romana, y él la llama “Santa”. Si la Iglesia Católica Romana
fuese una iglesia falsa, no habría manera de que San Malaquías la describiera
como “Santa”. Y sólo Dios podría haberle dado a San Malaquías la capacidad de
hacer tales predicciones muy precisas sobre el futuro. Dios no hubiera dado
tales increíbles predicciones sobre futuros eventos a un creyente y líder de
una religión falsa.
Lo que también
es muy interesante es que San Malaquías describe a Roma siendo destruida por un
incendio a finales del reinado de Francisco.
Si esto es
correcto, ello encaja perfectamente con las profecías del Apocalipsis acerca de
cómo Babilonia – Roma – es destruida en el fin del mundo.
Ver: ¿Es
la secta del Vaticano II la Ramera de Babilonia profetizada en las Escrituras?
Por tanto, si
mil años a partir de ahora tuviéramos que ver hacia atrás la lista completa de
los papas y antipapas en la historia, Francisco sería descrito como el del “fin
del mundo”.
Francisco ha
sido descrito en los titulares de noticias como “el Papa del fin del mundo” o
“el hombre del fin del mundo”, porque Argentina – el país de donde proviene – se
ubica geográficamente donde algunos llamarían “en el fin del mundo”.
Quizás como un
cumplimiento inconsciente de una profecía, Francisco hizo la siguiente
sorprendente declaración en sus primeras palabras a la gente después de su
elección como antipapa, es decir, durante su primer discurso ante el mundo
desde el balcón de San Pedro. Francisco dijo que los otros “cardenales” fueron
todos hasta el fin del mundo para encontrarlo, y luego agregó: “aquí estamos”.
“Hermanos y
hermanas, buenas tardes.
Sabéis que el
deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos
Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos”.
Fuentes:
[1] Sergio Rubin y Francesca
Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio,
Edición B de Books, 2013, p. 153.
[2] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra,
Edición Vintage Español, 2013, p. 176.
[3] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 46.
[4] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 203-204.
[5] “Cardenal Bergoglio recuerda a Victimas del Holocausto”
[6] La Nación
[7] Parroquia de San Nicolás de Pamplona
[8] La Nación
[9] “Palabras del Papa Francisco sobre libro de Sergio Bergman”
[10] “Bergoglio en la AMIA firma el libro de visitas ilustres”
[11] Radio Jai
[12] Periodista Digital
[13] Página Católica
[14] Agencia Informativa Católica Argentina
[15] “Profanan la Catedral de Buenos Aires Primera Parte 12 11 12”
[16] Jewish News One TV
[17] Official Vatican News Network
[18] Official Vatican News Network
[19] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/june/documents/papa-francesco_20130624_international-jewish-committee_sp.html
[20] Vatican Insider - La Stampa
[21] “Palabras del Papa Francisco sobre libro de Sergio Bergman”
[22] Clarín
[23] La Nación
[24] Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, Pt. II, q. 12, art. 1, obj. 2.
[25] Agencia Informativa Católica Argentina
[26]
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130708_omelia-lampedusa_sp.html
[27] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/messages/pont-messages/2013/documents/papa-francesco_20130710_musulmani-ramadan_sp.html
[28] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p.
218.
[29]
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130518_veglia-pentecoste_sp.html
[30] La Nación
[31] Claudia Carlen, The Papal Encyclicals [Las Encíclicas Papales], Raleigh: The Pierian Press, 1990, vol. 3 (1903-1939), p. 317.
[32] La Nación
[33] Parlamento Argentino de Religiones
[34] Comité Interreligioso por la Paz, diálogo interreligioso
[35] “El Papa Francisco, entonces Cardenal Jorge Bergoglio, en el 110º Aniversario de YMCA Argentina”
[36] “El Papa Francisco: sí al diálogo ecuménico e interreligioso”
[37]
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/march/documents/papa-francesco_20130320_delegati-fraterni_sp.html
[38] Decrees of the Ecumenical Councils [Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, vol. 1, pp. 550-553; Denzinger 39-40.
[39] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 27-28.
[40] La Repubblica
[41] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/letters/2013/documents/papa-francesco_20130911_eugenio-scalfari_sp.html
[42] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 92.
[43] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, pp. 162.
[44] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, pp. 101-102.
[45] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 107.
[46] La Repubblica
[47] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 126.
[48] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 50.
[49] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 89.
[50] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 94.
[51] Denzinger, El Magisterio de la Iglesia, Editorial Herder, 1963, no. 2214.
[52] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 100.
[53] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, pp. 112-113.
[54] Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio, p. 123.
[55] Agencia Informativa Católica Argentina
[56] “C5N MURIÓ NÉSTOR KIRCHNER: MISA DE BERGOGLIO”
[57] http://razonyfe.org/images/stories/Entrevista_al_papa_Francisco.pdf
[58] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 123.
[59] Diario Popular
[60] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 78.
[61] La Nación
[62] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/elezione/index_sp.htm
[63] L'Osservatore Romano, March 22, 2013
[64] http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/june/documents/papa-francesco_20130614_welby-canterbury_sp.html
[65]
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130510_tawadros_sp.html
[66] http://en.radiovaticana.va/news/2013/06/28/pope_to_orthodox_delegation_from_ecumenical_patriarchate/en1-705667
[67]
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130619_udienza-generale_sp.html
[68] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 201.
[69] http://razonyfe.org/images/stories/Entrevista_al_papa_Francisco.pdf
[70] The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903-1939), p. 317.
[71] Jorge Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, p. 101.
[72] Grande Oriente d'Italia
[73] Impulso Baires - Agencia de Noticias
[74] The Catholic Encyclopedia, “Heresy,” New York: Robert Appleton Co., 1914, Vol. 7, p. 261.
[75] Decrees of the Ecumenical Councils [Los Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, Vol. 1, p. 578; Denzinger, The Sources of Catholic Dogma [El Magisterio de la Iglesia], B. Herder Book. Co., Thirtieth Edition, 1957, no. 714.
[76] The Papal Encyclicals [Las Encíclicas Papales], by Claudia Carlen, Raleigh: The Pierian Press, 1990, Vol. 4 (1939-1958), p. 41.
[77] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 393.
[78] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 393.
[79] Denzinger 423.
[80] The Papal Encyclicals, Vol. 2 (1878-1903), p. 401.
[81] The Catholic Encyclopedia, “Papal Elections,” 1914, Vol. 11, p. 456.
[82] Denzinger 172.
[83] The Papal Encyclicals, Vol. 1 (1740-1878), p. 84.
[84] The Papal Encyclicals, Vol. 1 (1740-1878), p. 415.